Así respira el PSOE Aragón tras el caso Cerdán: unidos por fuera, rotos por dentro

Los socialistas tratan de cortar la hemorragia de la grave crisis desatada por los audios del informe de la UCO con el simbólico paso atrás de Gómez Gámez, pero cargos y militantes del partido reconocen su desolación por un escándalo que ataca al "ADN socialista"

La secretaria general del PSOE Aragón, Pilar Alegría, atendiendo a los medios, esta semana.

La secretaria general del PSOE Aragón, Pilar Alegría, atendiendo a los medios, esta semana. / Jaime Galindo

Laura Carnicero

Laura Carnicero

Zaragoza

El PSOE Aragónatraviesa uno de los momentos más duros de las últimas décadas. La estrategia de la dirección es clara: reivindicar la «contundencia» del partido ante el «mínimo indicio» de corrupción y escenificar la «unión» de las federaciones provinciales y regional en torno al líder del partido, Pedro Sánchez, que se salva por ahora de la quema. Pero la procesión va por dentro. Los audios del informe de la UCO que muestran las supuestas mordidas del exsecretario de Organización, Santos Cerdán, y la supuesta trama urdida junto a su antecesor, José Luis Ábalos, y su asesor, Koldo García, han dejado al partido quebrado por dentro. «Mi corazón no lo acepta todavía», dice un diputado socialista, que resume con la voz rota el sentir de un partido que sigue desnortado. «Esto va en contra del ADN socialista y por eso nos hace tanto daño».

La revolución le ha pillado a la federación aragonesa ultimando sus cambios tras vencer Pilar Alegría y aglutinar al partido en torno al sanchismo, de la mano también, hasta ahora, de Santos Cerdán. Solo queda por cerrar el cónclave del PSOE de Zaragoza, que celebra su congreso el próximo fin de semana, con la integración de la provincia más compleja por hacer. Pero ahora mismo (casi) nadie piensa en quién acompañará a la alcaldesa de Ejea, Teresa Ladredo, en su Ejecutiva provincial. El partido está en otra cosa._

La procesión va por dentro. Sus líderes llevan toda la semana repitiendo que «tres personas no pueden manchar a todo un partido». Lo volvió a decir ayer el secretario provincial del PSOE en el Alto Aragón, Fernando Sabés, en una Ejecutiva ampliada a otros miembros de la sociedad, pero muchos socialistas aragoneses asumen ya que la crisis es «tan grave que no se arregla ni con un cambio de caras». Los más pesimistas tan solo esperan que en el próximo ciclo electoral «el PP consiga la mayoría suficiente para no necesitar a Vox».

"Creía en Santos Cerdán y en él tenía toda mi fe: no doy crédito a lo que está pasando", comenta un cargo desde Madrid

En el Ayuntamiento de Zaragoza la procesión va tan por dentro que nadie quiere hablar del terremoto que ha supuesto que quien ha sido hasta este viernes su portavoz adjunto, Alfonso Gómez Gámez, figura clave del socialismo en la capital aragonesa, apareciera, aunque fuera de pasada, en los audios compartidos entre Koldo y Cerdán.

Equilibrios con la situación de Gómez Gámez

El partido ha optado por mostrarse «contundente» de puertas afuera, con la apertura de un expediente y la suspensión cautelar de militancia, mientras intentan respetar su presunción de inocencia y escuchar su versión de los hechos. Él mismo, de acuerdo con la dirección del partido, optó por renunciar «voluntariamente» a ser el número dos de Lola Ranera en el consistorio para evitar así un mayor escarnio del PP y Vox en la casa consistorial. Este martes, el Ayuntamiento de Zaragoza pedirá en un pleno extraordinario su cese por aparecer en esos audios.

Algunos en el partido ponen su mano en el fuego por Gómez Gámez y están convencidos de que podrá explicar su aparición en los audios. «Si se pone el rasero en que otros te mencionen...», comentan. Pero también asumen que la imagen del partido está tan «desgastada» que todo lo que se acerque al caso, acaba contaminado.

Las fuentes socialistas consultadas reconocen que este es un «punto de inflexión total». El partido se mantiene, por ahora, unido, porque «no queda otra». Pero la incertidumbre es total. Si habrá elecciones, si Sánchez aguanta, y cuál es el cartel electoral que soporte el peso de este caso.

En Aragón, al partido le pilla estrenando el liderazgo de Alegría y la transformación del lambanismo al sanchismo. Pero quienes eran lambanistas tampoco están haciendo un ruido excesivo ni confían en un cambio de rumbo radical. Lo que cunde entre las bases no es la revancha, sino el desánimo. Lo explica gráficamente otro cargo socialista, con presencia en Madrid. «Creía en Santos Cerdán y en él tenía toda mi fe: no doy crédito a lo que está pasando». 

En el territorio, las bases, los alcaldes y los concejales siguen trabajando, a pesar de todo. «Los hay que ponen el dinero de su bolsillo para trabajar por sus pueblos; eso aún te rompe más. Ojalá fuera un mal sueño; me duele que esto sea verdad», confiesa un diputado.

Así, unidos por fuera, y rotos por dentro, los socialistas en la comunidad solo esperan que el caso no llegue a Sánchez. Si llega, el partido tendrá que refundarse. 

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