Lobe apuesta por duplicar su tamaño en el próximo lustro con la construcción de hasta 4.000 viviendas

La compañía aragonesa quiere dar un salto cualitativo en industrialización y prevé alcanzar los 800 millones de facturación entre 2025 y 2029, frente a los 416 del ciclo anterior

Juan Carlos Bandrés, director general del Grupo Lobe, en la presentación del plan estratégico de la compañía.

Juan Carlos Bandrés, director general del Grupo Lobe, en la presentación del plan estratégico de la compañía. / Lobe

Zaragoza

El Grupo Lobe, líder aragonés en el sector residencial, cierra 2024 con una facturación de 55 millones de euros y un beneficio bruto de entre 10 y 11 millones, cifras que reflejan una «evolución satisfactoria» en un contexto de transformación del sector. Sin embargo, la visión de la empresa va más allá. En los próximos cinco años, la compañía planea duplicar su tamaño hasta alcanzar una facturación acumulada de 800 millones de euros frente a los 416 millones de 2020-2024 y construyendo entre 3.500 y 4.000 viviendas, el doble que en el ciclo anterior.  

Así lo ha anunciado este viernes el director general de la constructoras aragonesa, Juan Carlos Bandrés, con motivo de la convención anual del grupo, celebrada en el Espacio Xplora de Ibercaja, donde ha presentado el plan estratégico de la empresa para el periodo 2025-2029. "Es un reto cada año que pasa ir evolucionando, que es lo que el momento actual está demandando al secto", ha apuntado.

El crecimiento de Lobe se sustenta, ha explicado, en "reinvertir los beneficios" -48 millones netos de 2020 a 2025- y en alianzas con socios financieros e inversores que aportarán liquidez sin exigir participación accionarial. "No todo es inversión nuestra, hay operaciones build to rent (alquiler) o build to sell (venta) donde colaboramos con otros actores", ha explicado. 

Además, ha resaltado la confianza ganada tras la crisis del ladrillo de 2008, cuando el sector quedó "desmoronado" y dominado por fondos internacionales. "Hay que tener visión financiera pero no hay que perder en el horizonte la visión empresarial de cómo está el mercado, qué demanda, qué pide y cómo hacer frente a todos los retos que tenemos", ha subrayado. 

Pilares de la industrialización

El plan estratégico de la compañía apuesta por dar un salto cualitativo en la industrialización de su proceso de producción, un objetivo para el que cuenta con una "incipiente" fábrica de fachadas en Segovia (Combo Building Systems), que "todaíva hay que acabar de desarrollar". A este activo se sumará otra futura planta para estructuras metálicas y distribuciones del interior de la vivienda a fin de "definir mucho mejor las instalaciones". 

"El sector en su forma de industrializarse no solamente tiene que pensar en cuánto va a crecer sino sobre qué base", ha afirmado Bandrés. Esta apuesta permitiría al grupo expandirse más allá de sus mercados actuales -Aragón, Madrid y la Comunidad Valenciana-, aunque de momento prioriza consolidar estos territorios.  

Vivienda protegida y sostenible: señas de identidad

Pese al impulso a la vivienda libre (65% de su cartera), Lobe mantiene su compromiso con la VPO (35% de su actividad). «Nos sentimos cómodos en este segmento», ha precisado. La empresa quiere también reafirmar su liderazgo en construcción sostenible con el sistema passivhaus, un modelo que, según Bandrés, "enamora a una parte del mercado".

Bandrés ha reconocido que el sector "tiene que madurar" y los clientes "están en un momento de buscar su camino", pero ve oportunidades en la "recuperación de la confianza" en la compra de vivienda.

Con esta hoja de ruta y más de 943 millones en proyectos en cartera de negocio, Grupo Lobe no solo aspira a consolidarse como referente autónomico y nacional, sino a demostrar que las empresas locales pueden competir en un mercado cada vez más exigente. Cuenta con una cartera de 6.878 viviendas, de las cuales 2.524 ya han sido certificadas Passivhaus, lo que acredita unos altos estándares de eficiencia energética y sostenibilidad.

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