El precio de la conciliación en verano en Aragón: las familias pagan entre 100 y 500 euros a la semana por colonias y campamentos
El precio varía en función de si la actividad es urbana o fuera de la ciudad

Varios menores, junto a sus monitores, durante las colonias de Zaragalla, el año pasado. / Miguel Ángel Gracia
Las colonias, los campamentos y las guarderías en verano ya no son solo una opción de ocio para los más pequeños, sino que se han convertido también en una «necesidad» para las familias aragonesas que han encontrado en estos recursos un salvavidas para poder conciliar el trabajo y el cuidado de los hijos. Eso sí, un salvavidas cada vez más caro porque, como mínimo, los hogares tienen que desembolsar más de 100 euros a la semana, con comida incluida, si optan por dejar a sus hijos en las colonias del colegio.
Es decir, un gasto de 500 euros al mes si se quiere conciliar en julio porque, por lo general, las vacaciones familiares (si las hay) son en agosto. «Es caro y cada año sube más, pero tienes que morir al palo. No hay otra opción si los padres trabajamos: es eso o dejarlos con los abuelos», declara una madre que vive en Zaragoza. Este tipo de colonias contribuyen al desarrollo y crecimiento personal de los niños y adolescentes, ya que se trata de «una experiencia vital», defienden los expertos, quienes subrayan que generan un espacio social para el menor y también vínculos y amistades no solo con iguales -como sus compañeros de clase- sino también con los monitores, que se convierten en referentes adultos que no son los padres. Por eso, son algo más que una alternativa para los padres trabajadores que o no quieren o no pueden recurrir a los abuelos.
Las colonias urbanas son mucho más económicas que los campamentos, de ahí su alta demanda. En el segundo caso, una semana en un pueblo fuera de la gran ciudad, como el Pirineo, el desembolso está entre los 450 y los 500 euros, mientras que un mes de guardería en Zaragoza puede ir de 370 euros a 465 euros de 8.30 a 13.30 horas, según los ejemplos que ha constatado este diario.
Solo uno de cada cinco niños de familias con pocos recursos va a campus de verano
Esta situación pasa en Aragón y en toda España. De hecho, según el reciente informe Campamentos de verano en España elaborado por EAE Business School, el gasto medio por hijo varía entre los 200 y 2.000 euros, que supone el 2,5% del presupuesto familiar anual. Los precios de estas opciones de conciliación familiar han crecido un 5,2% en los últimos dos años, por encima de la inflación media, según el mismo informe.
Pero también hay muchos hogares con menores que no pueden permitirse estos gastos y, por tanto, la alternativa pasa por dejar a los hijos con abuelos o con familiares, evidenciando así una desigualdad estructural que condiciona la infancia.
Las instituciones públicas, a sabiendas de agujero que supone para muchos bolsillos recurrir a los campamentos o colonias, subvencionan las actividades. En el caso del Gobierno de Aragón, la fórmula pasa por el programa Abierto por Vacaciones, que este verano permite que un centenar (106) de colegios abran sus puertas desde el 23 de junio hasta el 31 de julio, dejando agosto sin cubrir, por un precio de entre 50 y 100 euros, según la empresa privada que lo gestione. El horario se adapta a las familias para facilitar, precisamente, esa conciliación laboral. Por eso, algunos centros abren incluso antes de las 8 horas y alargan la estancia hasta algo más de las 15.30 horas en algunos casos.
Una alternativa cada vez más elegida por las familias o, al menos, los que se lo pueden permitir, porque las familias vulnerables se enfrentan a un gran muro. Solo uno de cada cinco niños de hogares con pocos recursos va a campus, campamentos o espacios similares durante el verano y se queda a comer, según una encuesta de la oenegé Educo. El Ayuntamiento de Zaragoza sí que cofinancia el programa Zaragalla, con más de un millar de plazas, también para niños con necesidades especiales, y unos precios que oscilan entre los 60 y los 100 euros, según la renta del hogar.
Lo cierto es que aunque el colegio no esté pensado para la conciliación «tiene esa función en parte» y es en verano «cuando vienen las dificultades». Son palabras del sociólogo Pablo Redondo, profesor de la Universidad de Zaragoza y experto en Políticas de Familia, quien asegura que el Estado de Bienestar en España «ha delegado en exclusiva el cuidado en las familias». Por ende, «poder conciliar tiene un coste muy alto» al faltar «políticas públicas».
La mayoría de actividades, asegura Redondo, son «en el ámbito privado». Es el caso de la empresa Océano Atlántico, que ofrece cada año el campamento de Saravillo, en el Pirineo aragonés. Este año el precio es de 465 euros semanales por niño, incluyendo pensión completa, alojamientos en bungalows, actividades y desplazamientos con el descuento de 50 euros por el segundo hermano. En cuanto a las colonias que ofrece esta empresa en el cámping de Zaragoza, este año las enfocadas en las tribus tienen un coste de 130 euros con comedor a la semana y 70 en el caso de que los niños finalicen la jornada a las 13.30 horas.
«Las familias cada vez tienen menos capacidad para cuidar», dice un sociólogo
Respecto a los campamentos que se ofertan desde el Instituto Aragonés de la Juventud (IAJ) a adolescentes de entre 10 y 17 años, este año se han ofertado 346 plazas distribuidas entre 12 propuestas repartidas por Aragón, Cantabria, País Vasco, Castilla y León, Madrid y La Rioja. El coste en Aragón es de 280 euros y de 300 en los que realizan fuera de la comunidad. La característica principal es que existe un 25% de descuento para los usuarios del Carné Joven Europeo de Aragón.
Los sindicatos también se pronuncian a este respecto y recogen el sentir común. «Desde luego estos servicios no cubren las necesidades reales de toda la población», asegura Nuria Luján, secretaria de Igualdad , juventud y movimientos sociales de UGT Aragón. Además, a su juicio, «suelen ser las mujeres» las que concilian los dos mundos, el laboral y el familiar. En concreto, en Aragón de 430 personas que pidieron excedencias no remuneradas el primer trimestre de 2025, 359 eran mujeres. Luján advierte que en la época vacacional «tenemos los mismos derechos en los permisos», es decir, que no existe un convenio específico que ayude a dar cobertura «cuando finalizan los cursos educativos», por lo que reivindica «más servicios públicos».
«Las familias cada vez tienen menos capacidad para cuidar», añade Redondo. Y señala a una sociedad «cada vez más individualista y desconfiada» como para «dejar al hijo con la vecina». Del mismo modo que «la familia suele estar ahora más lejos» por una tendencia a la movilidad geográfica. El resumen, a juicio de Redondo, es que «cada vez tenemos menos personas a las que acudir» y es impensable «dejar más de un mes a tu hijo en campamentos». En Aragón, según Redondo, la situación es similar a la del resto de España. «Estamos igual, pero quizá aquí existe más arraigo que en otros sitios y es más común dejar a los nietos con los abuelos en el pueblo», admite.
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