El restaurante de carretera al estilo Ruta 66 que triunfa en la A-2: carnes a la brasa y productos de la huerta
Ficus & Persica se ha convertido en una parada obligatoria para todos los viajeros que se desplacen hacia la playa

Interior del restaurante Ficus&Persica en Fraga / Ficus&Persica
El éxodo de aragoneses a las playas de Cataluña cada fin de semana huyendo del calor de la Ribera del Ebro es una realidad durante todo el verano. La gran mayoría de viajeros, que emprenden su ruta después de trabajar, necesitan hacer una pequeña pausa en su camino para reponer fuerzas antes de llegar a su destino. Encontrar un restaurante cerca de la carretera con comida de calidad no es tarea fácil, pero todos aquellos que circulen por la A-2 tienen la suerte de toparse con un establecimiento especial tanto por su decoración como por su calidad gastronómica.
Entre el aroma del huerto y el de las brasas, Ficus & Persica se presenta como un refugio gastronómico aragonés, en plena A‑2, donde la tradición agrícola de Fraga se encuentra con lo mejor del mar y de la tierra. Aquí, la experiencia va mucho más allá del simple hecho de comer bien: es una invitación a un lugar de calidad, innovador y con un ambiente diferente a cualquier otro que sea de estilo similar.

Restaurante Ficus y Pérsica / Ficus & Pérsica
El nombre Ficus & Persica no es casualidad. Hace referencia al higo y al melocotón, dos frutos emblemáticos de la tierra fragatina, que rinden homenaje al legado agrícola de la comarca. Con esa identidad local nace una cocina de calidad, con raíces profundas del lugar en el que están y una visión también moderno en su decoración. Todo parte del producto: frutas de temporada, verduras de la huerta, carnes seleccionadas y pescado fresco que llega a diario. Una rara avis en la carretera que une España con el resto de Europa.
La comida, un gran aliciente
Uno de los grandes protagonistas de la propuesta gastronómica es el fuego. Las carnes a la brasa se preparan con cariño, logrando ese equilibrio perfecto que consigue que la carne esté en su punto. Entre los imperdibles, destacan el chuletón de vaca vieja, el cordero de proximidad o las costillas de cerdo cocinadas lentamente. Para quienes prefieren los sabores del mar, el restaurante ofrece pescados frescos como lubina, dorada o calamar, que son presentados con elegancia rústica.

Restaurante por dentro / Ficus & Pérsica
Pero no todo lo que se puede encontrar es proteína: las verduras de la zona, las frutas escalfadas y las ensaladas con productos recién recolectados ofrecen otro tipo de alimento que para nada tiene que envidiar a la carne o el pescado. Y por supuesto, no puede faltar el toque dulce final, con postres caseros elaborados con frutas locales como el higo, el melocotón o la manzana.
No solo un lugar de paso
Ficus & Persica no solo está pensado para quienes hacen una parada en la A‑2. Es también un destino en sí mismo. Un lugar acogedor, con espacios amplios y un ambiente que equilibra lo rústico y lo moderno. Ya sea para una comida familiar, una cena íntima o una celebración especial, aquí se encuentra el sabor del territorio servido con mimo y coherencia.

Zona de restauración / Ficus & Pérsica
Un sitio muy bien ambientado, de estilo americano, que hace que te sientas como si estuvieras realizando la famosa ruta 66. Una decoración majestuosa que permite, no solo disfrutar de la comida, sino también de la ambientación que se crea en el propio restaurante con ese estilo tan característico. Un coche en escala real, una figura también a escala real de un policía de los EEUU e incluso máquinas recreativas son algunos de los alicientes extras que llega a ofrecer este lugar.
Ficus & Persica ofrece de todo para la gente que se quiere tomar un descanso en su viaje: lugar diseñado y adaptado para que todo tipo de públicos puedan acercarse a disfrutar, una comida de calidad, con productos de temporada y cocinados de la mejor forma y un espacio ambientado en la famosa ruta 66 de los EEUU con multitud de objetos y propuestas que se pueden realizar durante la estancia en dicho espacio. De seguro, lo que no faltará serán las ganas de volver de todo visitante que se acerca a disfrutar de la innovación, ambientación y alimentación que Ficus & Pericas propone encima de la mesa.
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