Negligencias en el campo aragonés: CCOO ya ha denunciado a cinco empresas por poner en riesgo a los temporeros

Los incumplimientos salariales y la falta de descansos adecuados protagonizan la mayoría de las malas prácticas detectadas por el sindicato en las primeras semanas de campaña de la fruta

Recogida de la cereza en la zona de Mequinenza en una imagen de archivo.

Recogida de la cereza en la zona de Mequinenza en una imagen de archivo. / Jaime Galindo

David Chic

David Chic

Zaragoza

El verano ha comenzado con una notable alarma en el campo aragonés por el regreso de malas prácticas que parecían haberse contenido en los últimos años. La federación de industria de CCOO ya ha presentado cinco denuncias contra empresarios en las provincias de Huesca y Zaragoza por incumplimientos salariales, así como por la falta de los descansos obligatorios para los trabajadores que tienen empleados. "En medio de una situación climática extrema como esta no pueden jugar con la salud de las personas", advierten desde el sindicato. El pasado viernes 20 de junio un trabajador sin papeles murió en Fraga tras sufrir un golpe de calor.

Las inspecciones, que se han sucedido desde el comienzo de la campaña de recogida de la fruta a mediados de mayo, son una herramienta de control con las que buscan evidenciar los principales problemas del sector. En las últimas semanas, gracias a una serie de visitas programadas, desde CCOO han presentado dos denuncias ante la inspección de trabajo contra dos empresarios del Bajo Cinca y otras tres en el área de Calatayud y La Almunia. "Lo que está pasando estos días es una vergüenza", asegura el responsable del sector agrario, Rachid El Jazouli. "Da mala imagen a la comunidad, pero también a todo el sector agrario, no nos podemos quedar con los brazos cruzados", ha indicado.

Las denuncias tienen características comunes, según las prácticas que han detectado. En el caso de las presentadas en el área de Calatayud y La Almunia, tienen que ver con dos grandes empresas que alojan en casas y grandes residencias a varios centenares de empleados, en su mayoría procedentes de Rumanía. Han denunciado incumplimientos en materia salarial y en los descansos del fin de semana, pues se les obliga a trabajar de lunes a domingo. Y explican que si se niegan a cumplir este horario continuo en condiciones casi de esclavitud son multados con 25 euros por no acudir a las fincas en domingo.

La del área de Fraga está relacionada con la falta de protocolos para el trabajo durante las altas temperaturas y también por el control de horas. A la falta de sueldos acordes con el convenio del sector, se le suma un control irregular de las cajas de fruta que recogen los temporeros como si realmente estuvieran controlados para un trabajo a destajo, cuando en realidad lo hacen por horas. "Necesitamos que se refuercen los recursos públicos destinados a inspección laboral, protección de temporeros y condiciones de seguridad durante la campaña agrícola", reclaman desde CCOO.

La muerte por el golpe de calor de la última semana ha sido vista como un punto de inflexión. "No podemos normalizar que trabajar en el campo bajo el sol signifique poner en riesgo la vida, nadie debería perder la vida por ganársela", reiteran. Pone como ejemplo el caso de la pasada semana. "Sus compañeros siguen llorando mientras tratan de lograr la repatriación del cuerpo", indica. La víctima de origen pakistaní que, según fuentes de la Guardia Civil carecía de contrato de trabajo y residencia, fue abandonada gravemente enferma por sus compañeros tras llevarle hasta el centro de salud de Fraga, donde finalmente falleció pese a los esfuerzos del personal sanitario. 

Solo un día después del este hecho, la Guardia Civil detuvo a dos personas e investigó a otra más y a tres empresas frutícolas de la comarca tras descubrir que alojaban en un hotel abandonado de Candasnos, así como en otras casas del pueblo, a 147 trabajadores en condiciones insalubres, sin canalización de aguas fecales, con instalaciones eléctricas precarias y riesgo de incendio. "Esperemos que los empresarios que no cumplen tengan problemas", insisten.

Es una sensación generalizada también entre las agrupaciones agrarias. "Tenemos que acabar con este tipo de prácticas que empañan muchos de los avances logrados, sobre todo entre los agricultores familiares", señala el secretario provincial de UAGA en el Altoaragón y responsable del sector de fruta, Óscar Moret. "Una parte del sector está trabajando bien, pero las noticias de las últimas semanas tienen que ver con un cambio de modelo en el que vemos que existen firmas con 200 trabajadores que se hacen muy difíciles de controlar", reconoce.

Tracking Pixel Contents