Contaminación en Aragón: del efecto de la térmica de Andorra a los barrios de Zaragoza con más problemas

La mitad de los aragoneses respira aire contaminado por encima de los límites, según un informe de Ecologistas en Acción

Tráfico en la intersección del paseo María Agustín de Zaragoza.

Tráfico en la intersección del paseo María Agustín de Zaragoza. / MIGUEL ÁNGEL GRACIA

Carlota Gomar

Carlota Gomar

Ecologistas en Acción calcula que cerca de 750.000 aragoneses estuvieron expuestos en 2024 a una contaminación superior a los nuevos límites legales aprobados por la UE para 2030. Esta es una de las principales conclusiones de un informe sobre la calidad del aire que analiza la exposición de cada comunidad a partir de datos de 790 estaciones oficiales del país y en el que se alerta de que dos de cada tres españoles respiró aire más contaminado de la cuenta.

En el caso de Aragón, el estudio, que admite que la situación es mejor que en años anteriores, muestra la cara y la cruz de la comunidad. Por empezar con lo positivo, Ecologistas en Acción destaca el efecto positivo que ha tenido en la calidad del aire el cierre de la Central Térmica de Andorra, disminuyendo «notablemente» la cobertura de la contaminación en el Bajo Aragón. No sucede lo mismo en el caso de la capital aragonesa, donde se concentra la población, el tráfico y la industria, con los barrios del Actur, Centro y Picarral en la diana. 

Según el informe, durante 2024 se excedieron en todo el territorio los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque, eso sí, sin llegar a las concentraciones previas a la pandemia. Un matiz importante causado por «el ahorro y la eficiencia energética, el despliegue ordenado de las energías renovables y una moratoria para las nuevas grandes explotaciones ganaderas intensivas», lo que ha contribuido a reducir la contaminación. 

Los niveles, por zonas

Según detalla, en el caso de los niveles de ozono en la región fueron «sustancialmente más bajos» que en años anteriores por la menor duración de las altas temperaturas y la radiación solar durante el pasado verano. Especialmente significativa fue la mejora de la situación en el Bajo Aragón y el valle del Ebro. Solo se incrementó en el caso de Zaragoza, en el centro de la capital, donde hay una Zona de Bajas Emisiones que, a día de hoy, sigue funcionando a medio gas

Los datos no son tan positivos en el caso de las partículas PM10 y PM 12 suspendidas en el aire. Todas las estaciones de la comunidad sobrepasaron los límites y valores anuales recomendados por la OMS, además de los nuevos exigidos a partir de 2030 por la UE, mucho más estrictos, como sucedió en Alcañiz o el zaragozano barrio de El Picarral. 

Zaragoza es el foco principal de contaminación en Aragón, con el tráfico motorizado como el causante fundamental. Los gases contaminantes provocados por el tráfico, las calefacciones o la industria son la causa principal por la que la capital incumple los valores de dióxido de nitrógeno (NO2) recomendado, siempre según el informe de Ecologistas en Acción. De todos modos, son excesos puntuales, porque en el cómputo global Zaragoza se mantiene entre los límites, siendo los barrios del Actur, El Picarral y Centro los que más los rebasan.

Cabe destacar que el informe sí que ha detectado que durante el año pasado los niveles de NO2 se redujeron en su conjunto. En concreto, de un 26% de la concentración promedio del periodo de 2012-2019 en todo el territorio y de un 40% solo en la capital. 

Pese a la mejora generaliza de la calidad del aire, el informe asegura que toda la población aragonesa respiró el año pasado aire perjudicial para la salud según las recomendaciones de la OMS. Además, una parte importante (el 55%) estuvo expuesta a niveles superiores a los legales aprobados por la UE para 2030.

Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, la contaminación atmosférica ocasionó en Aragón hasta 800 muertes en 2022 -últimos datos-, el 5% de las totales durante el mismo año, 500 de ellas atribuibles a las partículas finas PM2,5, 140 al dióxido de nitrógeno (NO2) y 160 al ozono, por exposición a niveles en su conjunto similares a los registrados en 2024. La provincia de Zaragoza, con la capital a la cabeza, superó los 80 fallecidos por cada 100.000 habitantes mayores de 30 años, por la especial incidencia de las partículas PM2,5 y el NO2.

Otra cosa que destaca el informe es la falta de información tanto del Gobierno de Aragón como el Ayuntamiento de Zaragoza. La DGA no ha aprobado ningún plan de mejora de la calidad del aire y el consistorio, critican, tiene una web informativo que no permite la consulta ni la descarga ágil y sencilla de datos de los históricos o en tiempo real, pese a haber sido renovada en fechas recientes.

Según los datos que maneja el ayuntamiento, Zaragoza mantuvo durante 2024 una calidad del aire dentro de los límites legales establecidos por la normativa estatal.

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