El MNAC se agarra al "riesgo cierto" en el traslado para que las pinturas de Sijena no vuelvan a Aragón

El director del museo, Pepe Serra, insiste en "la fragilidad" de los bienes y avanza que la institución presentará un nuevo recurso ante la ejecución forzosa solicitada por el Gobierno de Aragón

El director del MNAC, Pepe Serra, este miércoles en su primera comparecencia de prensa tras la sentencia del Supremo sobre las pinturas de Sijena.

El director del MNAC, Pepe Serra, este miércoles en su primera comparecencia de prensa tras la sentencia del Supremo sobre las pinturas de Sijena. / EFE / ANDREU DALMAU

S. H. V. / Agencias

Zaragoza

El Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) todavía confía en que las pinturas de Sijena no vuelvan a Aragón. La institución cultural se agarra al "riesgo cierto" durante el traslado para que los murales del monasterio oscense no regresen al lugar que pertenecen. Así se ha expresado este miércoles Pepe Serra, director del MNAC, en su primera comparecencia de prensa desde que el Supremo dictase que los bienes debían volver a Aragón.

Serra hablado por vez primera desde el 28 de mayo, día en el que se conoció la decisión del Alto Tribunal sobre el conflicto patrimonial en Aragón y Cataluña. El director del museo catalán ha avanzado que la institución que dirige "ya está preparando el escrito de oposición para cuando el Gobierno aragonés presente una ejecución forzosa de la sentencia". La DGA ya ha tomado la decisión y ya ha presentado el documento, pero el Juzgado de Huesca esperará a recibir a toda documentación relatia al caso, y de todos los actores implicados, para decidir sobre la ejecución forzosa.

En su escrito de oposición, el MNAC argumentará "el riesgo cierto de destrucción de la pinturas en el caso de que se extraigan y trasladen". Partiendo de la base de que "ya no se puede apelar, sino que ahora se debe discutir la ejecución de la sentencia", Serra ha advertido que este es "un caso único y sin precedentes", pero por la fragilidad del bien reclamado "no encaja una devolución en 20 días, como marca la sentencia". El plazo ofrecido por el Gobierno de Aragón es de hasta siete meses, pero pidió antes un cronograma entre todas las instituciones para marcar las fechas de los pasos a seguir. El 27 de junio, cuando terminaba el primer plazo del grupo de trabajo, no se logró ese calendario de acciones.

El turno del MNAC

"Cuando Aragón pida la ejecución forzosa, esta acción generará un turno de voz para el museo, en el que podremos aportar más documentación e informes, que ya hemos encargado como museo, así como los que elaboren los técnicos de cada administración", ha explicado el propio Serra. El director del MNAC ha expresado su "esperanza de que esta cuestión técnica se valore y se tenga en cuenta" y ha recordado que hay muchos precedentes de sentencias no ejecutables, entre las que ha mencionado la de la retirada de la grada del anfiteatro romano de Sagunto, "que no se ejecutó por que podía destruir los restos romanos".

El director del MNAC tiene claro que "los técnicos de Aragón no se encargarán de retirar las pinturas de Sijena", porque el condenado es el museo barcelonés y, por lo tanto, deben ser sus profesionales los que asuman la tarea. Serra ha asegurado que, en ningún caso, le dirán a la jueza que necesitan más tiempo, sino que le pedirán que "sea valorado el riesgo objetivo, y que no se trata de una maniobra dilatoria".

Serra ha rechazado hablar de "expolio" de las pinturas de Sijena y ha defendido que la retirada del monasterio oscense y su traslado hasta Barcelona fue "un salvamento, un rescate patrimonial en restos de guerra". El director ha subrayado que "las pinturas no han viajado nunca, solo lo hicieron fragmentos que se prestaron en determinadas condiciones y en una época en que no existía la conservación preventiva".

Ha aseverado el director del MNAC que lo que está expuesto en la sala XVI del museo "no son unas pinturas murales, sino que son vestigios materiales de una obra que se incendió y desapareció en 1936, que fueron arrancados con la técnica del 'strappo', montados en una tela de algodón y luego en un bastidor".

El conjunto de la sala capitular ocupa una superficie de 132 metros cuadrados, de los que un 35 % es una reintegración pintada por los hermanos Gudiol, quienes arrancaron las pinturas de Sijena sobre un soporte de escayola, una obra que es hoy un referente de la restauración, que también se debe preservar, ha apuntado Serra. Además de su sensibilidad a los movimientos, los cortes, la manipulación, el conjunto presenta un "problema enorme" químico: un cambio de temperatura o de humedad relativa que no sea controlada genera la formación de sales que elimina la pintura, como han podido experimentar en el laboratorio con una micromuestra de Sijena, en la que aparecieron cristales.

Consciente de que la responsabilidad del museo no es solo resolver operaciones técnicas sobre la retirada y el traslado de las pinturas, sino también "garantizar su futuro", Serra ha dicho que "el museo no ha recibido acreditación técnica sobre el lugar de destino". Serra ha elogiado la decisión del patronato del MNAC de mantener viva la comisión de técnicos a pesar de que el Gobierno de Aragón ha retirado los suyos, y ha recordado que estos expertos "no darán opiniones, sino que harán informes que firmarán y de los que se responsabilizarán".

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