Crece la lista de centros de salud de Zaragoza sin aire acondicionado: "Estamos atendiendo a un paciente y se marea el de al lado por el calor"

Los coordinadores médicos de Rebolería y San Pablo comparten con este diario que la falta de refrigerio es un problema que arrastran desde hace años

Un termómetro marca 30,5 grados en una consulta del centro de salud Rebolería, este jueves.

Un termómetro marca 30,5 grados en una consulta del centro de salud Rebolería, este jueves. / Josema Molina

Zaragoza

El calor da una pequeña tregua en Aragón, pero no cesa. La comunidad empieza a dejar atrás la ola asfixiante que estos últimos días ha azotado a sus ciudadanos pero las temperaturas siguen superando los 30 grados en gran parte del territorio. Y ya ni los espacios que deberían servir de refugio climático, como son los centros de salud, lo hacen. Según ha podido conocer este diario, en Zaragoza provincia son varios los que tienen el aire acondicionado estropeado, como Rebolería, San Pablo o Valdefierro. Algunas fuentes mencionan también otros como el de Miralbueno, el de María de Huerva, el de Valdespartera o el de El Picarral.

En la recepción del centro de salud Rebolería, este jueves el termómetro marcaba 32 grados a las 13.15 horas. Las administrativas atendían las consultas de los pacientes sin la bata puesta para llevar menos capas de ropa, y eso que, como decía una de ellas, "hoy (este jueves) chuta algo de aire". "La semana pasada estuvimos asfixiados no, lo siguiente", afirma.

Las temperaturas aumentan conforme se sube de planta. En la primera estaba Ana Alcolado, la coordinadora médica del centro, que desde su consulta explicaba el problema con el aire: "Por lo que han dicho los técnicos, funciona un compresor sí y otro no, así que va al 50%". Según le han dicho a ella, si se quita la máquina se quedan sin ella, al menos, dos meses. "No lo entiendo mucho, porque lo normal es encargar la máquina, montar una grúa en la plaza y cambiar la vieja por uno nuevo el mismo día", señalaba. Eso sí, "el cambio del aparato del aire lo tienen que incluir dentro del presupuesto y este aceptarlo", apuntaba.

Por ahora, la previsión es que las cosas se mantengan igual. "Estamos atendiendo a un paciente y se marea el de al lado, o te dicen si puedes terminar ya por favor porque les va a dar algo", confesaba. Por eso, los profesionales sanitarios del centro tratan de minimizar los riesgos para ellos y para sus pacientes. La coordinadora, por ejemplo, ha ventilado su consulta al comenzar su jornada a las 8.00 horas, y durante la mañana ha mantenido la persiana bajada.

Pero estas medidas solo sirven de "parche" para algunas consultas, las del primer piso, y no siempre. Alcolado lo ejemplificaba este jueves: "En la tercera planta, dentro de las consultas, se ha llegado a los 34 grados. En Odontología tienen muchas máquinas que dan calor. Ayer (este miércoles) tuvimos una reunión a primera hora del día todos los médicos y llegó un momento en el que yo no podía ni pensar". Y afirmaba: "Es ilegal que estemos trabajando a ciertas temperaturas".

Un termómetro marca 31 grados en la unidad de bucodental, en el mes de junio.

Un termómetro marca 31 grados en la unidad de bucodental del centro de salud Rebolería, en el mes de junio. / Servicio Especial

La coordinadora cuenta que desde la dirección del centro preguntaron si había algún edificio del entorno al que pudieran trasladarse, pero no ven viable transportar todo lo necesario. "Si plantean eso es que este problema va para largo", apuntaba. A su vez, desde el Salud les indicaron que enviarían ventiladores entre este miércoles y jueves, aunque al mediodía de este último día todavía no los habían recibido. "Creo que eran unos 60, aunque es un poco remover el infierno", añade. En su mesa reposaba uno de ellos en versión mini. "Lo tengo desde el año pasado", aclaraba entre risas.

A apenas tres kilómetros, en el centro de salud San Pablo, se repiten las mismas frases: "Sí, sí, aquí tampoco funciona el aire acondicionado", señalaban desde administración. Su coordinador médico es Luis Gimeno, que explicaba que ya en el mes de junio tuvieron "muchos problemas". "Tuvo que venir varias veces mantenimiento para ver si lo arreglaba. Era muy irregular, iba en función de cada consulta", decía. Gimeno está de vacaciones, pero sus compañeras que continúan pasando consulta le han confirmado que ahora, ya en julio, "sigue habiendo graves problemas en muchas consultas" y que el asunto "no se acaba de arreglar". "En San Pablo también estamos muy mal", subrayaba.

Un termómetro marca 30,5 grados en la sala de espera de la planta más alta del centro de salud San Pablo, este jueves.

Un termómetro marca 30,5 grados en la sala de espera de la planta más alta del centro de salud San Pablo, este jueves. / Josema Molina

Cristina Alonso, médica de Atención Primaria en el centro de salud San Pablo, explicaba que allí "está mal administrado el aire acondicionado". "Los tubos parece ser que no son los correctos y hay problemas para acondicionar de forma adecuada gran parte del edificio", indicaba. Pero el de la falta de refrigeración es un problema que arrastran desde hace años. Por eso, aunque en las consultas en las que da el sol ahora alcanzan los 29 grados, toleran el calor porque lo comparan con lo sufrido años atrás. "Los trabajadores nos hemos comprado ventiladores y cada uno tiene el suyo", decía.

Desde el Departamento de Sanidad indican que "en los centros donde hay problemas se está intentando dotar de ventiladores o pingüinos de aire acondicionado para solventar las situaciones". Con todo, matizan que en ocasiones no es que no funcione el aire, sino que "es insuficiente para las temperaturas que se están registrando". "Se está trabajando en subsanar la situación", aseguran.

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