Así será la movilidad de la gigafactoría de CATL y Stellantis para atraer a 4.800 personas y 406 camiones más cada día

El estudio sobre los movimientos de personas y vehículos del proyecto apuesta por el transporte colectivo y el acceso escalonado de los trabajadores para absorber el impacto de la futura planta de Figueruelas

Las obras de construcción de la gigafactoría de Figueruelas han comenzado ya con los trabajos de movimiento de tierra.

Las obras de construcción de la gigafactoría de Figueruelas han comenzado ya con los trabajos de movimiento de tierra. / Jaime Galindo

Zaragoza

La futura gigafactoría de baterías de Stellantis y CATL en Figueruelas no solo transformará el suelo industrial del entorno de la actual fábrica de coches, también multiplicará los movimientos de personas y vehículos (ligeros y pesados) en las carreteras y viales de acceso, con picos horarios que cambiarán la fisonomía del tráfico actual. Así lo recoge el estudio de movilidad incluido en la memoria del Proyecto de Interés General de Aragón (PIGA), la fórmula de priorización administrativa con que cuenta la inversión.

El documento técnico disecciona con precisión cómo se moverán los más de 4.800 trabajadores, subcontratistas y visitantes que se prevé que cada día accedan a las nuevas instalaciones. Se sumarán a los 4.802  que trabajan en la actual fábrica automovilística, que desde hace más de cuatro décadas marca los ritmos de entrada y salida de los municipios del entorno.

La gigafactoría, que se prevé que inicie su producción en 2028 y funciona a plena capacidad en 2030, disparará el trasiego diario de camiones, autobuses y coches. El reto es hacerlo con la máxima fluidez y sin que se generen atascos. La respuesta técnica a ese desafío está en el estudio de movilidad elaborado por Stellantis, que ha contado para ello con la ayuda de la consultora Idom. El informe plantea una batería de medidas para se haga de la manera más eficaz, teniendo en cuenta la actual configuración de movimientos.

El movimiento de vehículos crecerá un 9,6%

El escenario actual, modelizado a partir de aforos y conteos reales, recoge una intensidad de tráfico de 3.457 vehículos por hora en los momentos de mayor actividad, con una densidad media de 3,24 vehículos por kilómetro en las vías principales. Se registran 2.460 desplazamientos diarios de vehículos ligeros, 913 de camiones y 60 servicios de autobuses de empresa. Todo ello ya exige una red con capacidad, planificación y horarios controlados.

La gigafactoría, bautizada como proyecto Toro, no parte de cero. Ocupará 80 hectáreas anexas en el área noroeste del complejo actual (la denominada zona greenfield), además de añadir nuevos edificios en la parcela existente (brownfield). Su funcionamiento se sumará al de la planta de coches, con la que compartirá accesos, transporte colectivo, redes logísticas e infraestructuras viarias. El estudio calcula los flujos futuros, sumando los actuales, para evaluar su efecto conjunto.

El resultado es un incremento del 9,6% en el movimiento total de vehículos, hasta alcanzar los 3.787,7 vehículos por hora. Las densidades apenas suben (de 3,24 a 3,30 vehículos por kilómetro) y los tiempos medios de demora en la red pasan de 8,04 a 11,34 segundos por kilómetro. En cuanto a los vehículos pesados, se espera que la planta genere un total de 406 camiones al día, repartidos entre distintas franjas horarias.

Autobús de empresa y horarios escalonados

Son cifras asumibles, pero que obligarán a medidas quirúrgicas para evitar cuellos de botella. La gran apuesta que se propone para contener esa presión es el autobús de empresa. Hoy ya transporta al 75% de los operarios de Stellantis y así se espera que siga siendo. En la nueva planta, de los 4.238 trabajadores previstos de planta, 2.896 se espera que llegarán cada día en autobuses corporativos, en 31 expediciones por turno (93 al día). A esto se suman 377 empleados de oficina, de los cuales un pequeño porcentaje también usará el autobús.

Para facilitar la movilidad del entorno, se fijará una distribución horaria escalonada y los turnos de trabajo de producción previstos en la gigafactoría no serán coincidentes con los actuales. Los operarios entrarán en tres turnos -mañana (de 7.00 a 15.00 horas), tarde (de 15.00 a 23.00- y noche (de 23.00 a 7.00)-, mientras que oficinas y visitas lo harán en horas centrales, entre las 8.00 y las 17.00 horas. La franja de mayor concentración de tráfico será entre las 6.30 y las 8.00 horas, con hasta 778 vehículos privados accediendo de forma simultánea.

Conclusiones del estudio de movilidad

Para dar respuesta a esa demanda de movilidad, el estudio contempla la construcción de 996 plazas de aparcamiento. De ellas, 834 estarán reservadas a trabajadores de planta y oficina, y las otras 162 a las visitas. Estas se distribuyen en cuatro grandes bolsas, dos en el este y dos en el oeste, y se dimensionan teniendo en cuenta los solapamientos entre turnos y una ocupación media de 1,2 personas por coche. Además, se han diseñado 32 plazas específicas para autobuses, garantizando que las 31 expediciones diarias por turno puedan estacionar y recoger pasaje sin interferencias.

 El incremento de la movilidad "no generará una afección negativa" respecto a la situación actual, según concluye el estudio. Así será porque las puntas de entrada y salida de ambas plantas no coincidirán. Además, la configuración de la red viaria actual, con tres enlaces entre la A-68 y la avenida Entrerríos, facilita la distribución del tráfico hacia los distintos puntos del complejo industrial. «La red existente puede absorber sin problemas la demanda futura que generará la planta de baterías», concluye el documento. 

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