Aragón pierde fuerza en las direcciones nacionales de Pedro Sánchez y Núñez Feijóo

Las federaciones que lideran Pilar Alegría y Jorge Azcón caen a un segundo plano en las reorganizaciones de dos partidos que buscan la resistencia y la victoria electoral respectivamente

Pilar Alegría y Jorge Azcón visitan la fábrica de Stellantis Figueruelas, en imagen de archivo.

Pilar Alegría y Jorge Azcón visitan la fábrica de Stellantis Figueruelas, en imagen de archivo. / LAURA TRIVES

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

Zaragoza

PSOE y PP atraviesan momentos divergentes. El socialismo español da vueltas en torno a la inacabable lista de problemas ligados a la supuesta trama de corrupción liderada por Santos Cerdán mientras el conservadurismo nacional vigila los días del calendario, deseoso de unas elecciones que no se adelantan. El Comité Federal de los primeros fue para frenar la hemorragia interna, reorganizar equipos y armarse para la resistencia. El Congreso Nacional de los segundos fue para aupar nombres, reorganizar equipos y armarse para la victoria electoral. De ambos, de la cita con Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, salieron más pequeñas las voces aragonesas en Ferraz y Génova.

La crisis socialista que no da ni un respiro a los líderes del partido (ayer, lo de Paco Salazar) había lanzado aviso a navegantes al comienzo de la semana. Sánchez transformaría la Ejecutiva, con menos nombres, el mismo núcleo duro y sin cuotas territoriales. La merma de sillas en la Ejecutiva Federal afectaba a Aragón, con Manuela Berges perdiendo su hueco. La alcaldesa de Pedrola y secretaria de Organización en la federación liderada por Alegría supo pronto que dejaría ese espacio. Apenas un 10% de los cargos socialistas pueden compaginar tareas orgánicas a nivel federal y regional. Esa excepción la ha querido reservar Sánchez para las caras más reconocidas del partido. Un ejemplo: la propia Pilar Alegría. La ministra seguirá como vocal en la Ejecutiva y, lo más importante, en el núcleo duro de un presidente del Gobierno que no dará un paso atrás. Por supuesto, la ministra de Educación se mantiene como secretaria general del PSOE aragonés.

La reforma de Sánchez se hace pensando en limitar los daños y en aislar a los implicados en la trama. José Luis Ábalos y Santos Cerdán ya no existen en Ferraz (la mano derecha del navarro sí sigue en la Ejecutiva) y los mecanismos activados por Sánchez se centran en el freno a la corrupción y en la protección de la mujer. La defensa del feminismo es un valor de un PSOE que expulsará del partido a todo aquel relacionado con la prostitución.

La pérdida de cuota en la Ejecutiva por parte del PSOE Aragón no se notará en el Comité Federal. El segundo grupo de dirección, el segundo escalón, contará con ocho representantes aragoneses. Berges coge el camino directo de la Ejecutiva al Comité, donde se reunirá con otros siete militantes de la federación aragonesa. Los tres secretarios provinciales (Teresa Ladrero, Fernando Sabés y Rafael Guía), los miembros elegidos en el Congreso regional (Ros Cihuelo, Herminio Sancho y Miguel Gracia) y el segundo puesto por Zaragoza, por número de militantes, que recae en Fernando Gimeno.

Gimeno representa la única victoria del PSOE Aragón en el reparto de poderes de ayer. El socialista zaragozano se incorpora al Comité de Listas Federal, un órgano clave en la elaboración de candidatos electorales. Aunque Sánchez no prevé muchos comicios antes de 2027, mejor estar preparado. Gimeno significa que Aragón recupera representación en un estrato decisorio donde su voz no se oía desde hace un par de años, cuando formaba parte del Comité de Listas el presidente de la DPZ, Juan Antonio Sánchez Quero.

Un escalón inferior para el PP de Jorge Azcón

La reconstrucción del PSOE está pensada para frenar una crisis. Pocos, pero de confianza de Sánchez. La del PP es al contrario: todos, unidos, para la futura victoria electoral. En ese plan de ataque diseñado por Núñez Feijóo no hay ningún aragonés cerca del líder gállego. Rocío Dívar, senadora zaragozana, entra como uno de los 35 vocales del Comité Ejecutivo Nacional. Hasta ayer, una oscense estaba en el grupo más próximo a Feijóo.

La salida de Ana Alós, exalcaldesa de Huesca, era un secreto a voces desde hace semanas. La vicesecretaria de Igualdad, Conciliación y Política Social del Partido Popular estaba la rampa de salida en un PP que busca un discurso más agresivo, de perfiles más combativos. Aunque en el equipo de Azcón confiaban en un intercambio de cromos, Alós por Dívar, el paso de las horas truncó la esperanza de que la voz aragonesa siguiera resonando en la zona noble de Génova.

Azcón es un valor de primer nivel en el PP, uno de los barones territoriales más reconocidos en la dirección nacional de los conservadores. Sin embargo, la pérdida de la vicesecretaría llama a pensar la relación. Es cierto que Aragón, antes de Alós, jamás había estado tan cerca del presidente nacional del PP. Las bases aragonesas del partido creen que "la excepción" es la presencia autonómica en Génova, por eso no ven un problema grande volver a "la situación normal".

En la Junta Directiva Nacional habrá dos voces aragonesas. Dos mujeres turolenses, Silvia Casas y Yolanda Sevilla, representarán a la comunidad en el segundo órgano de importancia en la vida interna del PP. "Personas muy preparadas, es una buena noticia", dicen también desde la base, contentos por el nombramiento de la diputada autonómica y de la alcaldesa de Linares de Mora.

La vida orgánica del PP es tranquila y la de los populares aragoneses una balsa de aceite. Azcón se mostraba confiado en que "en unas semanas" su federación asuma más responsabilidades en la dirección nacional popular. No es para preocuparse, pero sí para tenerlo en cuenta. El barón aragonés quiere que su gente forme parte de ese equipo de Feijóo que ya se prepara para la batalla final con Sánchez.

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