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El pistacho da frutos hasta cuatro años antes gracias a una innovación aragonesa

El proyecto Pistazero, con campos de ensayo en Andorra, Valmuel y Zuera, demuestra también que la cubierta vegetal mejora el suelo y reduce la necesidad de fertilizantes

La última jornada de campo del proyecto Pistazero reaizada para demostrar los resultados obtenidos.

La última jornada de campo del proyecto Pistazero reaizada para demostrar los resultados obtenidos.

El Periódico de Aragón

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Zaragoza

El proyecto aragonés Pistazero ha conseguido adelantar entre tres y cuatro años la entrada en producción del pistacho, uno de los cultivos emergentes con mayor proyección en el campo aragonés. Tras tres campañas de análisis en las parcelas experimentales de Valmuel (Alcañiz), Andorra (Teruel) y Zuera (Zaragoza), los investigadores han comprobado que la aplicación de la denominada ‘poda aragonesa’ permite que los árboles empiecen a dar fruto a partir del cuarto año, frente a los siete o incluso diez que eran habituales con las técnicas tradicionales.

“Es fácil, rápida y además económica para los agricultores”, resume Jaime Valero, responsable de Agrocultívate y socio de Pistazero, al explicar los resultados del proyecto, desarrollado entre 2022 y 2025 con el objetivo de mejorar el conocimiento técnico y agronómico sobre este cultivo. Según detalla Valero, la clave está en favorecer un mayor número de ramificaciones durante los primeros años de crecimiento, lo que multiplica las yemas de flor y acelera el inicio de la producción.

Durante las jornadas de campo realizadas, los impulsores del proyecto han contado con la participación de Antonio Poblador, creador de esta técnica de poda, quien ha podido constatar su eficacia tanto en ensayos manuales como mecanizados. “Hemos comprobado que se puede mecanizar y eso supone un gran ahorro económico y de tiempo para los agricultores”, añade Valero.

Más nitrógeno y menos gasto en fertilizantes

Pistazero también ha evaluado el papel de las cubiertas vegetales entre las líneas de árboles, una práctica habitual en frutales pero poco extendida en el pistacho. Los ensayos han demostrado que esta estrategia mejora la estructura del suelo, reduce la erosión, aumenta la retención de agua y contribuye a fijar nitrógeno mineral, lo que ayuda al desarrollo del árbol y reduce el gasto en fertilización.

Los análisis, realizados por la Estación Experimental de Aula Dei (CSIC), han consistido en muestreos de suelo a diez centímetros de profundidad en los meses de agosto de 2023, 2024 y 2025. Los resultados muestran una mayor concentración de nitrato en las parcelas de Andorra y Valmuel respecto a las de Zuera, mientras que los valores de amonio se mantienen estables en los tres campos.

Con estos avances, Pistazero se consolida como un referente en innovación agronómica aplicada al cultivo del pistacho en Aragón, un sector en expansión que combina sostenibilidad, rentabilidad y adaptación climática. “Hemos puesto nuestro granito de arena para que el pistacho sea una alternativa real y competitiva para el agricultor aragonés”, concluye Valero.

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