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¿Por qué no se va a reformar el Royo Villanova y se va a construir un hospital nuevo?: claves para entender la decisión del Salud

El Departamento de Sanidad ha optado por construir un nuevo centro, con una inversión de 200 millones y que podría estrenarse en 2030

El aparcamiento del Royo Villanova lleno, con el hospital a la derecha y al fondo el edificio de Urgencias, el mes pasado.

El aparcamiento del Royo Villanova lleno, con el hospital a la derecha y al fondo el edificio de Urgencias, el mes pasado. / MIGUEL ANGEL GRACIA

Ana Lahoz

Ana Lahoz

Zaragoza

En el horizonte de 2030, si todo sale según lo previsto, Zaragoza contará con un nuevo hospital Royo Villanova. El proyecto anunciado por el Gobierno de Aragón hace unas semanas, que comprometerá al menos 200 millones de inversión, toma un nuevo rumbo después de que, hasta la fecha, se hubiera trabajado con la idea de llevar a cabo una reforma y rehabilitación integral del actual edificio.

Sin embargo, esta idea, heredada del anterior Gobierno, se ha desechado. ¿Por qué? La estructura adolece de problemas por todos los lados y los técnicos, tras realizar un intenso examen al edificio, trasladaron en un informe a Sanidad que la mejor opción era construir uno nuevo desde cero. ¿Cuáles son los motivos?

El principal (y más simple) es que construir uno nuevo es más sencillo para el Gobierno de Aragón por operatividad, ya que no se tendrán que cerrar espacios, ni derivar pacientes -su población de referencia son 200.000 habitantes- ni reorganizar servicios al no tener que compaginar las obras con la actividad asistencial en el hospital. Esto permitirá también acortar los plazos de los trabajos.

Es una obviedad que el centro no puede cerrar, pero teniendo en cuenta la situación del Royo Villanova -obsoleto y pequeño para muchos servicios-, el hecho de tener que alternar la atención hospitalaria con unas obras sería, además de molesto para pacientes y profesionales, un problema mayor dadas las dimensiones de la instalación. Por ejemplo, cuando se realizan trabajos en un hospital en funcionamiento se debe disponer de las llamadas ‘plantas colchón’, que son las que se encuentran encima y debajo de la zona de obras y se tienen que vaciar. Dados los problemas de espacio que tiene el Royo Villanova, es muy complicado encontrar huecos hábiles a los que trasladar servicios.

Otro de los motivos para crear un hospital nuevo y no hacer la reforma del actual es que la fachada del Royo está protegida y eso limita las posibilidades arquitectónicas. La obra, en este caso, ya no se podría empezar de cero, sino que tendría que respetar la estructura.

Y todavía hay más. El hospital actual tiene unas limitaciones de superficie incompatibles con las normativas y las necesidades asistenciales sanitarias del siglo XXI. Por tanto, debe ampliarse en superficie (el proyecto contempla que se duplique su capacidad) y ahí es donde se topa con otro problema: su entorno. ¿Hacía dónde debería crecer el hospital? ¿Hacia la zona de pinar (inviable) o hacia el aparcamiento, ya de por sí escaso en el hospital? El tema del parquin siempre ha sido un debe en la zona debido a la falta de espacio. No solo para los pacientes, sino también para familiares, profesionales y los propios vecinos de San Gregorio. De hecho, el barrio rural ha habilitado en los últimos años zonas gratuitas para aparcar y poder facilitar la movilidad en sus calles.

El hospital dispone de dos zonas de parquin: en un lateral (donde todavía hay aparcamientos con tejado, como cuando se inauguró el centro en los años 50) y en la zona trasera de Urgencias. Precisamente aquí el espacio para los coches se vio reducido hace años, cuando se tuvo que construir un nuevo módulo de Urgencias anexo al hospital para acoger la alta demanda de pacientes.

Este edificio (de aspecto gris y totalmente diferente a la fachada del Royo) ocupó parte del aparcamiento y se tuvo que crear porque el hospital ya no daba más de sí con sus dimensiones. Pues bien, han pasado los años, la población de referencia en la margen izquierda se ha multiplicado por cinco desde que el hospital se integró en el Salud en 2002 y también el nuevo módulo de Urgencias se ha quedado pequeño. De hecho, la saturación del servicio es una constante cuando llega sobre todo la temporada de gripe.

Con todo esto sobre la mesa, las costuras del Royo Villanova están al límite y una reforma integral no es la opción. El Departamento de Sanidad negocia en estos momentos con el Ayuntamiento de Zaragoza la elección de una parcela para la construcción del nuevo hospital, que estará próximo al actual en la margen izquierda.

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