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Un año de cárcel por una agresión en el centro de salud de Casetas tras negarles una inyección de Primperan o Urbason

Una sentencia condena a las cuatro personas que insultaron y amenazaron a la médica tras su diagnóstico y que luego golpearon a los agentes de la Guardia Civil que acudieron a sofocar el altercado

Protesta a las puertas del centro de salud de Casetas tras una agresión registrada a sanitarios.

Protesta a las puertas del centro de salud de Casetas tras una agresión registrada a sanitarios. / El Periódico

Efe

Zaragoza

El Juzgado de lo Penal número 5 de Zaragoza ha condenado a dos hombres y dos mujeres de una misma familia como responsables de un altercado ocurrido en noviembre de 2023 en el centro de salud de Casetas (Zaragoza), cuando una médica rechazó administrar a una de las acusadas la inyección de Primperan que le reclamaba.

La sentencia, dictada este miércoles 'in voce' al aceptar los acusados los hechos imputados, impone condenas de doce meses de prisión para todos ellos por un delito de atentado a los agentes de la Guardia Civil que acudieron al centro tras los hechos, así como las costas procesales dadas las amenazas e insultos vertidos contra la facultativa.

El tribunal considera probado que las dos mujeres del grupo se presentaron la mañana del 19 de noviembre de 2023 en el centro y que tras el diagnóstico y tratamiento ofrecido por la médica comenzaron a insultarla y amenazarla con el fin de que prescribiera una inyección de Primperan o de Urbason para aliviar los supuestos sufrimientos de una de ellas.

Mientras una de las mujeres se desplazaba al coche para buscar un papel referido a la medicación previa que había tomado, la paciente continuó profiriendo gritos y amenazas como "parece una hippie con ese pelo", "te vas a comer mis mierdas" o "me cago en tus muertos, mala raza te entre".

Según considera probado el tribunal, la facultativa comprobó en el documento médico aportado que el tratamiento que ya recibía la paciente era el adecuado y que en el caso de persistir las molestias debía desplazarse a una mutua porque la dolencia era consecuencia de un accidente laboral.

La médica, entonces, fue objeto de nuevas amenazas, tanto de la mujer que acompañaba a la paciente, que regresó con un bebé en brazos, como de dos hombres que esperaban en el exterior. Ambos acusados accedieron al centro y después de golpear de forma violenta una mesa conminaron con actitud agresiva a la médica a que le inyectaran Urbason y Primperan gritando que la paciente sufría de alergias y que "se iba a morir si no recibía la inyección".

Ante la nueva negativa de la médica, la acompañante de la paciente se dirigió, con su bebé en brazos, contra la doctora con un puño en alto y en actitud amenazante, al tiempo que le pedía "permiso" para golpearla a uno de los hombres, que le pidió en ese momento que se calmara.

Impedida la agresión por un guardia seguridad que entró en ese momento en la estancia, la situación de tensión continuó hasta la llegada de la Guardia Civil, cuya presencia requirió ante la situación de miedo padecida por el personal sanitario y contra los que cargaron los acusados, que se enfrentaban inicialmente a una petición fiscal de 1 año de prisión y de 3 años por parte del representante legal de la médica, el letrado Jorge Piedrafita.

En un comunicado, Piedrafita, tras indicar que la sentencia es firme al derivarse de un acuerdo entre acusaciones y defensa, ha confiado en que el castigo impuesto "sea disuasivo para evitar estas situaciones que son demasiado habituales en los servicios de urgencias".

Ha considerado que es necesaria una reforma legal y jurisprudencia que eleve las penas para "una mayor disuasión de la agresión hacia los profesionales que cuidan de la salud de la ciudadanía". 

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