Escatrón, del carbón a la nube: por qué se promueve un centro de datos en el municipio
El municipio zaragozano, cuna histórica de la generación eléctrica en Aragón, se prepara para reconvertir su legado industrial en un polo digital impulsado por Repsol a través de la hibridación de una central de gas con la energía renovable

Central de ciclo combinado de Escatrón de Repsol. / El Periódico
Escatrón vuelve a situarse en el corazón del mapa energético aragonés. Lo que durante décadas fue sinónimo de humo, carbón y electricidad térmica, se perfila ahora como el escenario de un nuevo salto industrial. La petrolera española Repsol acaba de comprar 15 proyectos eólicos a Forestalia y, con ello, ha dado un nuevo paso firme para el impulso de un gran centro de datos en este municipio zaragozano, que se perfila además como uno de los mayores del país en cuanto a capacidad energética. ¿Cuáles son las razones que explican el impulso de esta inversión?
El proyecto marcará un punto de inflexión para esta localidad de la Ribera Baja del Ebro, históricamente ligada a la producción de energía eléctrica. Ahora se prepara para adentrarse también en el pujante negocio digital de la computación en la nube. No obstante, el desarrollo y ejecución de esta infraestructura digital no lo hará Repsol, sino un inversor internacional especializado en este negocio cuyo nombre todavía no se conoce.
Una historia marcada por la energía
La elección de esta ubicación para un centro de datos se debe a que se trata de un enclave privilegiado desde el punto de vista energético y también hídrico, dos recursos primordiales para este tipo de infraestructuras que son intensivas en el consumo de los mismos.
La historia de Escatrón está marcada por la instalación de la central térmica de carbón, inaugurada en 1953, que durante décadas fue la más grande de España y símbolo del desarrollismo industrial del valle del Ebro. Aquella planta, alimentada con lignitos de Mequinenza (Bajo Cinca) y Andorra (Siera de Arcos), dio paso en los años 2000 a un modelo más eficiente y menos contaminante con la construcción del ciclo combinado.
Hoy, el enclave cuenta con dos centrales de ciclo combinado, una tecnología basada en generar electricidad quemando gas. La planta principal, de 818 MW, es propiedad de Repsol, que la adquirió a Viesgo en 2018; y la otra, de 275 MW, está operada por Ignis Energía y es conocida como Peaker. Muy cerca, en Castelnou (Bajo Aragón), la francesa Engie cuenta con otra planta de este tipo. Las tres tienen planes en desarrollo para hibridrarse con energías renovables, lo que convierte el valle medio del Ebro en un laboratorio de transición energética.
El futuro centro de datos de Escatrón se apoyará precisamente en esa herencia energética y en una estrategia de hibridación que, en el caso de la iniciativa de Repsol, conjuga el gas natural y la tecnología eólica. La combinación permitirá ofrecer energía continua -imprescindible para los servidores que no pueden detenerse ni un segundo- y, al mismo tiempo, cumplir con las exigencias de sostenibilidad que marcan las grandes tecnológicas. En paralelo, la disponibilidad de suelo industrial y de agua convierte a la zona en un enclave ideal para una infraestructura de alta demanda térmica y eléctrica.
Repsol no será el promotor directo del centro de datos, sino el socio energético que proporcione el terreno, la conexión eléctrica y la potencia necesaria a un operador tecnológico que aún está por definir. En palabras de su consejero delegado, Josu Jon Imaz, la empresa prepara ya un paquete de condiciones para atraer a un socio que desarrolle la instalación y permita monetizar el activo energético de Escatrón.
Agua, energía renovables y 'enchufe' a la red
En ese contexto, Escatrón ofrece una posición idónea por las infraestructuras existentes, la capacidad de evacuación eléctrica y cercanía al río Ebro, un recurso vital para la refrigeración de los equipos informáticos que operan las nubes digitales.
Además, el proyecto que promueve Repsol cuenta con la autorización de conexión de Red Eléctrica, lo que despeja una de las barreras más complejas a las que se enfrenta el sector. De hecho, la disponibilidad de potencia firme ha hecho que grandes operadores tecnológicos, como Amazon Web Services (AWS) o Microsoft, compitan por los enchufes de acceso a las autopistas eléctricas.
El movimiento de Repsol no es casual. Aragón se ha convertido en los últimos años en uno de los principales polos de atracción para la industria de los centros de datos en España y el sur de Europa. La comunidad combina abundancia de suelo, disponibilidad de agua y, sobre todo, acceso a energía renovable a gran escala.
La apuesta de la patrolera española encaja también en su estrategia de diversificación, que busca convertir a la compañía en un proveedor integral de soluciones energéticas para la nueva economía digital. De la térmica de carbón al centro de datos, Escatrón se prepara para volver a ser sinónimo de energía. Pero esta vez, de una energía conectada al futuro.
- La ginecóloga de Zaragoza que superó una tetraplejia: 'Me fui andando del hospital de parapléjicos de Toledo
- Precios disparados de la vivienda en el Pirineo aragonés: 'Hemos sido invadidos por el mercado madrileño
- El bar del campo de fútbol del Atlético Escalerillas, 'el mejor de Zaragoza' por su barra, menú y almuerzos: 'Más de mil veces me han dicho eso
- Microsoft calienta motores en Aragón: estos son los perfiles que busca para sus centros de datos
- El pasaje Palafox de Zaragoza aspira a renacer con la vuelta de la zona comercial y tres salas de cine más
- El barrio más poblado de Zaragoza bate su récord de población extranjera
- Adif se 'desentiende' de la descontaminación de sus suelos en Zaragoza tras la demolición de Correos en el Portillo
- El agua que hará posible la 'nube' de Amazon: así se abastecerá el centro de datos en los montes secos de Zaragoza