El teletrabajo arraiga en Aragón: "Me permite ser más productivo y más organizado"
Las tecnológicas y las consultoras informáticas toman la cabecera en la apuesta por el teletrabajo, ofreciendo una modalidad en casa y otra presencial según las necesidades de los trabajadores

Las instalaciones de la consultora NTT Data en Zaragoza, una de las firmas que apuesta por el teletrabajo. / NTT Data

El teletrabajo fue un desafío para muchas empresas. Y también ha supuesto un cambio en la vida de muchos trabajadores, especialmente en los sectores tecnológicos que se han volcado con el ejercicio laboral a distancia. Una realidad a la que una gran parte de la población fue obligada durante la pandemia, pero que con el paso de los años ha perdido vigencia por la falta de constancia, en la mayor parte de los casos. La rutinas de oficina se han impuesto a la innovación tecnológica. Según los últimos datos, menos del 12% de los aragoneses teletrabajo cinco años después de la crisis sanitaria.
Las personas que siguen en el empeño, valoran la situación como algo fundamentalmente positivo. Es el caso de Hugo Díaz, un joven de 23 años que trabaja en Zaragoza en el sector de desarrollo de software. En su caso, describe la experiencia como algo «altamente positivo».
En su entorno, señala que esta modalidad es bastante común, igual que sucede en buena parte de Europa. El informático, en realidad, no tuvo que insistir mucho en la elección de su forma de trabajar, pues le fue ofrecida de manera flexible desde el inicio de su contrato ya hace dos años, permitiéndole elegir entre acudir a la oficina, que siempre la tendrá disponible, o trabajar completamente en remoto. Optó por teletrabajar desde el primer día, lo que eliminó tener que adaptar sus rutinas en una transición complicada.
La aclimatación resultó «muy fácil», ya que contar con su propio espacio en casa, un escritorio «cómodo y con todo a mano», que le simplificó el proceso. Además celebra especialmente el ahorro de tiempo que implica evitar desplazamientos diarios. «Es un plus verdaderamente importante», señala.
Su rutina diaria es sencilla: se despierta alrededor de las ocho de la mañana, desayuna, trabaja hasta un almuerzo a mitad de mañana, continúa hasta la hora de comer y termina su jornada cerca de las 16.30 horas. En cuanto a su espacio de trabajo, ya disponía de una buena configuración con tres monitores, utilizando su ordenador de escritorio personal en lugar del portátil de empresa.
"Necesidades del contexto"
Un ejemplo complementario se encuentra en la consultora NTT Data. «Nuestro objetivo es diseñar el mejor ecosistema para el desarrollo del talento, tanto en las iniciativas como en el modelo de trabajo», explica la responsable del departamento de recursos humanos, Patricia Nuez.
En el caso de la consultora, ofrecen a su plantilla un modelo «híbrido y flexible» que nunca es igual para todas las personas o todas las semanas. «Nos tratamos de adaptar en cada caso a las necesidades del contexto», manifiesta.
Esto les ha permitido desarrollar «una relación natural» con el teletrabajo, conviviendo con todas las herramientas disponibles. «Somos conscientes de que nuestro modelo de negocio es muy específico y nos permite incorporar estas ventajas mejor que en otros sectores», indica Nuez.
La mayor parte de las empresas que optan por el teletrabajo señalan que el rendimiento final de la plantilla es mayor. Así, Díaz considera que su productividad es mucho mayor en casa. «Me concentro mejor que en la oficina, donde las distracciones por parte de los compañeros son más frecuentes. El ejercer su profesión a distancia tampoco ha supuesto un problema con la convivencia de las personas con las que comparte su hogar, pues trabaja por las mañanas y tiene un espacio propio que le permite la intimidad y la concentración necesaria.
Si bien echa de menos la interacción cara a cara con los compañeros, aunque el uso de herramientas de comunicación le ayuda a mantener «la conexión y la cercanía». Por estos motivos considera que el teletrabajo ha sido «muy beneficioso», ayudándole a organizarse mejor y ser más productivo. Además, destaca que las empresas tienen la ventaja de poder contratar personal «sin limitación geográfica».
Para Nuez, el trabajo con equipos «multisituados» es habitual, aunque también defiende la necesidad del contacto en las oficinas. «La clave es buscar un buen propósito para encontrar momentos de conexión», señala. Además, considera que muchos trabajadores también valoran especialmente «el trato con sus compañeros».
De cara al futuro, el informático zaragozano espera no tener que volver a un trabajo presencial a tiempo completo, ya que la flexibilidad y comodidad, la mejora en la concentración y la eliminación del estrés de los desplazamientos son fundamentales para él. Además, lamenta que aún exista «un prejuicio muy arraigado», donde la gente lo percibe el conectarse desde casa con la ofician como no estar «realmente trabajando», una mentalidad que, a su juicio, limita a las empresas a dar el paso a pesar de que mejora la calidad de vida del trabajador «sin coste extra y sin que caiga la productividad».
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