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La CEOE Aragón abre el melón del relevo: tensión soterrada, silencios y pulsión de cambio

La patronal activará el próximo jueves el botón para iniciar su proceso electoral con la expectativa de que el actual presidente, Miguel Marzo, ceda el testigo y se abra una nueva etapa a partir de enero

Miguel Marzo, actual presidente de la CEOE Aragón, y Benito Tesier, cuyo nombre suena con fuerza como sucesor.

Miguel Marzo, actual presidente de la CEOE Aragón, y Benito Tesier, cuyo nombre suena con fuerza como sucesor. / Laura Trives

Zaragoza

La CEOE Aragón se encamina hacia una nueva etapa con una certeza no escrita pero ampliamente asumida en su interior: el ciclo de Miguel Marzo, actual presidente, toca a su fin. La principal organización empresarial de la comunidad se prepara para un relevo que, salvo sorpresas, se antoja tranquilo y consensuado pese a las tensiones internas que viene viviendo de un tiempo a esta parte. El día 23 de este mes no será una fecha más en el calendario de la patronal aragonesa. Ese jueves se activará el proceso electoral interno, un movimiento que, de confirmarse, abrirá definitivamente la cuenta atrás para la elección del nuevo presidente, con un horizonte que se sitúa en enero.

Oficialmente nadie lo dice todavía. Extraoficialmente, todos lo comentan. En el último comité ejecutivo, celebrado hace apenas unas semanas, Miguel Marzo (Utrillas, en Teruel, 1959) dejó entrever que no optará a la reelección. No lo verbalizó con rotundidad, pero sí lo suficiente como para interpretar que su relevo está en marcha.

A preguntas de este diario, sin embargo, el actual presidente guarda silencio y asegura que prefiere esperar a la reunión del próximo jueves para revelar su futuro en la organización. Quiere así que los miembros del comité ejecutivo sean los primeros en conocer una decisión que, dice, tomó hace más de un año. "Estas cosas no se pueden decidir de la noche a la mañana", afirma. Lo que sí confirma es que convocará elecciones, para cumplir con los plazos que marcan los estatutos de la patronal, que representa los intereses de más de 30.000 empresas aragonesas a través de las diferentes asociaciones a las que agrupa.

A pesar de su mutismo, en los órganos de dirección de la confederación empresarial ha cuajado la idea de un relevo. En despachos, pasillos y conversaciones discretas, se habla de qué "proyecto común" emprender a partir de ahora más que de "qué candidato" elegir.

Cuenta atrás para las elecciones

El día 23 será el momento simbólico de pulsar el botón del proceso de cambio que se vislumbra. Se aprobará el reglamento electoral ¬el mismo que permitió a Marzo llegar por aclamación en febrero de 2022–, se conformará la mesa electoral y se pedirá a todas las organizaciones integradas que actualicen censos y representantes.

Se trata de un procedimiento formal que, en realidad, servirá para medir fuerzas y confirmar si existe una candidatura única de consenso, como ocurrió hace casi cuatro años cuando el entonces director de Recursos Humanos de Pikolin se hizo con las riendas de la CEOE Aragón. Marzo se jubiló a mediados de 2024 tras 40 años al servicio del grupo de la familia Soláns.

El escenario de candidatura única es el más probable, como viene ocurriendo desde hace 16 años en la organización. La última vez en que hubo una contienda electoral con dos aspirantes fue en 2005, cuando el zaragozano Jesús Morte se impuso al oscense Ángel Mas. En la reelección del dueño del Parque de Atracciones en 2009 y el nombramiento de sus sucesores –Fernando Callizo en 2013, Ricardo Mur en 2019 y Miguel Marzo en 2022– no hubo pugna interna.

El empresario del automóvil al que todos miran

Si el actual presidente da finalmente un paso atrás y se abre el proceso de relevo, hay un nombre que emerge con fuerza desde hace tiempo: Benito Tesier (Zaragoza, 1968). El empresario, que es director general del fabricante de frenos Brembo, elude pronunciarse por ahora a la espera de los acontecimientos. Hace diez meses, preguntado por ello en una entrevista a este diario, aseguraba que daría el paso "si se dan las circunstancias tanto a nivel personal y profesional como a título institucional".

Aunque no se ha postulado, las voces consultadas dentro de la patronal responden como si ya lo hubiera hecho. Los equilibrios internos, dicen, orbitan sobre su figura. En el entorno de Tesier, uno de los cuatro vicepresidentes que hoy tiene la CEOE Aragón, admiten que si se dan las condiciones, su empeño está puesto es impulsar «un proyecto coral», «de abajo arriba» y con un modelo donde «todas las organizaciones territoriales y sectoriales se sientan parte de la arquitectura».

Tesier no llegaría de nuevas a este terreno. Dentro de la patronal se dice con cierta complicidad que "tiene la mili hecha", ya que acumula años de rodaje en estructuras empresariales. Preside el Clúster de Automoción de Aragón (CAAR) desde 2012 y la Federación de Empresas del Metal de Zaragoza (FEMZ) desde 2023, además de ser una voz que cada vez se escucha más a nivel nacional tras su designación hace tres meses como vicepresidente de Cepyme cuando Ángela de Miguel fue elegida al frente de esta patronal.

Tensión soterrada y hambre de consenso

Aunque el discurso oficial insiste en la normalidad del proceso, en la estructura interna se percibe una tensión soterrada derivada del enfrentamiento entre el presidente y el secretario general, Jesús Arnau. En público, ambos mantienen el tono institucional, pero dentro de la casa se admite que esa dualidad de poder –presidencia por un lado, aparato orgánico por otro– ha tensionado la organización, con episodios de fricción que han dejado huella. El último de ellos quedó al trasluz en la reunión del comité ejecutivo de hace tres semanas.

A pesar de ello, no se dibuja una sucesión abrupta, sino más bien una transición pactada. La patronal busca un proceso de renovación sin fracturas, consciente de que su propia fortaleza depende justo de ofrecer una imagen de unidad en un momento en el que el pulso empresarial necesita interlocución fuerte.

Sin embargo, en los márgenes de ese pretendido consenso laten dudas. Como en todas las organizaciones, nada está decidido hasta el último minuto. Y, como se dice en esos corrillos donde lo relevante nunca se pronuncia en voz alta, hasta que el toro no entra al toril, no se puede dar nada por cerrado. Lo que es seguro es que el melón se abrirá el próximo jueves. El tiempo dirá quien será el que lo cierre.

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