Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Lear Épila plantea recortes en pausas, salarios y flexibilidad para asegurar carga de trabajo más allá de 2028

El comité de empresa rechaza de plano el paquete de medidas y reclama a la multinacional que aclare los esfuerzos asumirá la dirección para ganar competitividad

Exteriores de la planta de Lear en Épila (Zaragoza).

Exteriores de la planta de Lear en Épila (Zaragoza). / El periódico

Zaragoza

Una nueva turbulencia sacude a uno de los principales actores de la industria auxiliar del automóvil en Aragón, un sector inmerso en una transición hacia la movilidad eléctrica de difícil digestión. La dirección de Lear Corporación ha trasladado al comité de empresa de la planta de Épila (Zaragoza) un paquete de medidas de ajuste para intentar asegurar nuevos proyectos industriales más allá de 2028. Aunque no plantea recortes de personal, la propuesta ha generado una enorme inquietud en la plantilla del fabricante de asientos, que emplea a cerca de 400 trabajadores en su factoría zaragozana.

En una reunión extraordinaria celebrada el pasado 16 de octubre, la directora de operaciones de la multinacional estadounidense para las plantas europeas, Daniela Petrikova, advirtió de que «el futuro está en el aire» por la dificultad del mercado del automóvil y la creciente competencia entre proveedores, según explicaron a este diario fuentes sindicales. La responsable admitió que la factoría zaragozana es “muy importante para Lear”, pero recordó que el sector vive una etapa de tensión por la electrificación, la caída de pedidos y la presión de costes de los fabricantes.

Lear ha perdido la adjudicación del proyecto B10, el coche de la marca china Leapmotor que se prevé fabrica en Stellantis Figueruelas, por falta de competitividad. Y la cotización de la nueva plataforma STLA Small, el nuevo sistema de producción de este último gigante automovilístico, «está muy complicada».

Para intentar abaratar costes y mejorar márgenes, la compañía expuso al comité una batería de medidas que, de aplicarse, modificarían las condiciones laborales entre 2028 y 2032. Entre las cuestiones recogidas en la propuesta inicial figuran la congelación salarial casi total, con incrementos de entre el 0,5% y el 1% anual; la reducción de un minuto en cada pausa de 10 minutos, el incremento del ritmo de trabajo del 109% actual al 120% y recorte del complemento de incapacidad temporal (IT) los tres primeros días de baja.

También se trasladó la posibilidad de externalizar procesos como montaje de traseros y grapado y una "mayor colaboración" con empresas de trabajo temporal (ETT) para aumentar la flexibilidad de la plantilla.

En el capítulo de organización de tiempos de trabajo, desde Lear plantearon una ampliación del turno de los viernes por la tarde en una hora y compensación de horas extraordinarias a 1,20, así como ajustar la jornada a los parámetros del convenio del Metal de Zaragoza y un sistema de recuperación de jornadas a cargo del personal flotante.

El comité: “No es competitividad, es abaratar mano de obra”

Desde el comité de empresa muestran su "rechazo total" a estas propuestas y denuncian que “siempre que Lear habla de competitividad, las consecuencias recaen sobre los trabajadores”. En la parte social sostienen que “no son medidas para ser más competitivos, sino para ser más baratos”, y reclaman que la multinacional explique qué inversiones, mejoras tecnológicas o compromisos propios está dispuesta a asumir para garantizar el futuro de la planta zaragozana.

La parte social ha exigido transparencia sobre la estrategia global de Lear, que en los últimos meses ha reestructurado operaciones en varias plantas europeas. Durante 2024, la multinacional cerró o vendió 13 plantas en el mundo y redujo su fuerza laboral en 15.000 personas. La empresa y la representación de los trabajadores se emplazarán a una próxima reunión para seguir negociando de la que podría no hay una fecha firme.

La fábrica de Épila es clave en el suministro de componentes para Stellantis Figueruelas, pero se encuentra en el radar de la reordenación productiva del grupo, especialmente ante la electrificación y los nuevos contratos de vehículos.

La situación del proveedor de asientos se suma a otras tensiones en la industria auxiliar del automóvil en Aragón, como las que sufre su competidor Adient Automotive, que negocia el despido de 178 trabajadores en su fábrica de Alagón.

Tracking Pixel Contents