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Feijóo deja en manos de Azcón el adelanto electoral que la DGA aún no contempla

El líder nacional del PP destaca la autonomía de los barones para convocar los comicios y el presidente de Aragón insiste en que tomará «sus propias decisiones» mientras señala «la pinza» del PSOE y Vox

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se abraza con el presidente de Aragón, Jorge Azcón, en el último acto del partido en Zaragoza.

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se abraza con el presidente de Aragón, Jorge Azcón, en el último acto del partido en Zaragoza. / Miguel Ángel Gracia

Sergio H. Valgañón

Sergio H. Valgañón

Zaragoza

El presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, será quien decida cuándo vuelven a votar los aragoneses. Porque lo dice el mandato, que solo da potestad al jefe del Ejecutivo autonómico de adelantar los comicios, y porque cuenta con la confianza de Alberto Núñez Feijóo, líder nacional del PP, que este jueves ratificó esa autonomía de los barones populares para sacar las urnas a la calle. Una opción que todavía no está encima de la mesa de la DGA, según defendió Azcón, que sigue convencido en intentar sacar adelante los presupuestos, aunque no aclara cómo lo hará después de que Vox haya asegurado que no negociará las cuentas con el PP.

El cese del asesor que publicaba mensajes racistas y fascistas en redes sociales desencadenó una tormenta que alcanzó las cúpulas de la política nacional. La de Vox, tal y como adelantó este diario este jueves, ya piensa en no investir a Azcón si el popular vuelve a tener opciones de revalidar la presidencia en un hipotético adelanto electoral. Ante eso, Azcón recomendó «cabeza fría» a Santiago Abascal, al que solicitó no hablar «desde la visceralidad». El popular acusó a Vox de formar «una pinza» con el PSOE e ironizó sobre un hipotético apoyo de la ultraderecha a Pilar Alegría, líder socialista en la comunidad.

Antes de que «la pinza» se haga realidad y de que los aragoneses vuelvan a ser llamados a votar, habrá que convocar elecciones. Una decisión que Azcón todavía no se plantea. El presidente aragonés sigue convencido de que puede sacar adelante el presupuesto autonómico para 2026, después de todos los últimatums de Vox y sin lograr el apoyo de la ultraderecha para 2025. «Los objetivos de mi Gobierno están claros y son trabajar por Aragón y aprobar un presupuesto bueno que va a subir entre un 8 y un 9% en Sanidad y Educación», aseveró ante los medios de comunicación.

Otro de los objetivos de Azcón es «cambiar el Gobierno de España», dejando fuera de la ecuación a Pedro Sánchez y cumpliendo el deseo popular de que Alberto Núñez Feijóo sea presidente. «Vox tiene que recapacitar y pensar bien en qué es lo que quieren sus votantes y pensar en lo que necesitan Aragón y España», animó Azcón, que lamentó que en el caso autonómico las relaciones entre conservadores y ultraderecha estén rotas por la polémica del asesor: «Un asesor que ellos mismos han decidido echar no puede ser la razón por la que se pare todo el presupuesto de una comunidad autónoma».

De ese presupuesto dependerá en total medida el siguiente paso del PP de Azcón. Si no lo hay, el Gobierno autonómico tendrá que mirar a unas nuevas elecciones en 2026, un año antes de lo que marca el calendario. Sean cuando sean, Azcón aseguró que la decisión solo se tomará desde su despacho en el Pignatelli. «En Aragón tomamos nuestras propias decisiones y lo que ocurra depende de lo que ocurra con el presupuesto de la comunidad», resumió el presidente, que defendió que apretar el botón electoral no estará condicionado «por nada más».

Respondía así al ser consultado por si el caso de Extremadura puede acelerar la situación en Aragón. Este jueves, la presidenta extremeña, la también popular María Guardiola, veía como la oposición presentaba una enmienda a la totalidad de sus presupuestos y sufría una derrota en el Parlamento de la comunidad. Guardiola aseguró hace unas semanas que convocaría elecciones si no lograba aprobar las cuentas autonómicas de 2026.

Azcón no vincula lo que le sucede a su compañera de partido con lo que puede pasar en la comunidad que dirige. «Lo que ocurra es una decisión que tomaremos los aragoneses y no dependerá de lo que ocurra en otra comunidad», censuró Azcón, que tampoco quiere que influya en la activación electoral «lo que piense otro partido que no sea el PP, que es el que hoy tiene esa competencia». Un ejercicio de autonomía que Azcón ya había expresado el pasado martes, cuando ante Elías Bendodo, vicesecretario general de Política Autonómica y Municipal y Análisis Electoral del Partido Popular, el aragonés afirmó que la decisión electoral no vendría impuesta por Génova y se tomaría en el Pignatelli.

Feijóo no interfiere

El presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, marcó su postura desde Bruselas, después de una jornada de trabajo con el Partido Popular Europeo. Ahí, el líder de los conservadores en España destacó la autonomía de los barones populares para adelantar comicios, a cambio de que exigió a los presidentes autonómicos de su partido «buscar la estabilidad política y económica en sus comunidades».

Núñez Feijóo recordó sus tiempos como presidente de la Xunta de Galicia y, por ello, destacó que «la decisión de mantener o interrumpir una legislatura le corresponde al presidente de la comunidad autónoma». «Los presidentes del PP no tienen más objetivo que la estabilidad política y social», defendió Núñez Feijóo.

El presidente nacional de los populares admitió contacto con los líderes autonómicos del partido, «por responsabilidad», pero personalizó en Guardiola la tesis para todos: «La presidenta de Extremadura es la única autoridad política que puede tomar la decisión». Feijóo intensificó su discurso al asegurar que si «cualquier otro, incluso el presidente de su partido» instase a tomar una decisión a los presidentes autonómicos cometería «una falta de respeto» con los ciudadanos de esas comunidades. Feijóo visitará Zaragoza este lunes para celebrar el Día del Afiliado del PP en la comunidad.

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