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La gran huelga del Pirineo cumple 25 años con ganas de lucha: "No podemos seguir poniendo un bien público en manos privadas"

Los colectivos en defensa de la dignidad de la montaña convocan este sábado en Jaca una nueva manifestación para alertar sobre los riesgos a los que se enfrenta la cordillera

Protesta contra el pantano de Yesa, hace 25 años.

Protesta contra el pantano de Yesa, hace 25 años. / Yesa No

David Chic

David Chic

Zaragoza

Una foto de hace 25 años refleja a la perfección lo que se vivió en el cambio de siglo en el Pirineo: familias y actividas contra el pantano de Yesa sostienen varias pancartas contra la obra mientras la Guardia Civil trata de impedir su paso porra y fusil de pelotas de goma en mano. La lucha de los colectivos sociales frente a la administración pública. Decenas de asociaciones, asambleas, movimientos y conciertos frente a los grandes pantanos y la proliferación concesiones privadas.

Esta fue una de las cientos de protestas que cristalizaron un 25 de octubre del año 2000 en una huelga general del Pirineo que fue un éxito en las cabeceras de las cuatro comarcas de la montaña altoaragonesas. Más de 10.000 personas participaron en las manifestaciones de Jaca, Sabiñánigo, Aínsa o Graus, así como en las concentraciones espontáneas. Los comercios y fábricas pararon durante dos horas en lo que se consideró "un hito histórico" que logró unir a representantes locales y comarcales.

El problema de fondo que se evidenció en la jornada estaba en los planes para levantar los pantanos de Biscarrués, Santaliestra, Jánovas y Yesa. Según recuerda el entonces presidente de la asociación Río Ara, José Mari Santos, la población de los valles descubrió que era necesario plantar cara y se gestó la unión de luchas sociales bajo el lema Por la Dignidad de la Montaña. Un movimiento que unió a miles de personas de muchos pueblos y comarcas dispersos en el territorio aragonés bajo la idea de que no se podía poner "un bien público en manos privadas". Se hablaba de agua, de despoblación y de orgullo a la hora de "recuperar las raíces".

Este sábado los colectivos sociales vuelven a estar convocados a salir a la calle. La manifestación será en Jaca y se espera una gran afluencia. "A cada generación le toca pelear por lo que le corresponde", señala Santos. En este momento el pantano de Yesa sigue siendo "una sepultura de miles de millones de dinero público" mientras se avanza en su recrecimiento. Pero el foco de la reclamación de la cordillera se extiende al problema de la masificación turística, la falta de vivienda a precios asequibles para las personas que viven en las zonas más saturadas y la expansión sin control de los grandes proyectos de renovables. "Todas las luchas sociales están intercaladas", asegura.

Manifestación en Jaca por la dignidad de la montaña, hace 25 años.

Manifestación en Jaca por la dignidad de la montaña, hace 25 años. / Ángel de Castro

Uno de los integrantes de este nuevo Movimiento por la Dignidad de la Montaña, Ánchel Reyes, señala que si en el pasado los pantanos "expulsaban físicamente a la gente" en este momento el actual "también obliga a la gente a desplazarse", indica poniendo como ejemplo cómo la gente trabajadora no puede desarrollar con normalidad un proyecto de vida en los valles.

A la convocatoria se han sumado decenas de colectivos del Pirineo aragonés, entre ellos Río Aragón, Asamblea Canal Roya, La Fueva Viva, Vivienda Digna Benasque, SOS Ribagorza, Salvemos Canal Roya y el resto de las entidades implicadas en la defensa del territorio, del medio ambiente y de los derechos sociales. Desde las grandes luchas a los pequeños gestos. Entre las preocupaciones también se cuenta el impacto de las intervenciones previstas por el Plan Pirineo del Gobierno de Aragón o la falta de servicios sanitarios y educativos asociados a la despoblación. "Desde que se plantó la semilla mucha gente se ha sumado a este movimiento por la dignidad, tanto del antiguo como del nuevo", incide Reyes.

 El manifiesto de hace 25 años, recordando que Aragón nació de sus ríos y sus montañas, terminaba con la esperanza puesta "en que la unión de las gentes dará la fuerza para la defensa del territorio; en que las administraciones públicas, especialmente nuestros ayuntamientos y las asociaciones de municipios, y sus representantes, acabarán impulsando con la energía suficiente una solución digna ante la gravedad de los problemas e impulsarán a otras administraciones a reconocer lo que es de justicia; y en que la montaña encontrará apoyo suficiente en otras zonas, rurales y urbanas". Este sábado en Jaca un nuevo documento tratará de actualizar la lista de peticiones transcurrido un cuarto de siglo.

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