Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Muchas dudas en el turismo de grullas: "Estaba claro que iban a llegar ejemplares infectados a Gallocanta"

El Gobierno de Aragón ya ha suspendido el servicio de asignación estructuras para la observación de pájaros, dado que no se puede garantizar la tranquilidad en la actividad de toma de imágenes por la recogida de los animales muertos

Una bandada de grullas en el entorno de Gallocanta.

Una bandada de grullas en el entorno de Gallocanta. / El Periódico de Aragón

David Chic

David Chic

Zaragoza

El mes de noviembre suele ser uno de los más activos en el entorno de la laguna de Galloganta. Miles de grullas toman sus orillas y el turismo se dispara, llenando hoteles, alojamientos rurales restaurantes. Sin embargo, este año la presencia de gripe aviar hace temer por el desarrollo de la temporada otoñal. "Estaba claro que iban a llegar ejemplares infectados", asegura el alcalde de Gallocanta, Javier Mañas, que pide no alarmar ante la situación vivida en las últimas semanas.

Según los últimos datos, desde el pasado jueves han aparecido más de 500 grullas muertas en humedales de la comunidad enfermas de gripe aviar. Esto ha obligado a confinar a las aves de granja para frenar el contagio. Sin embargo, como indican las autoridades veterinarias, no existe riesgo para las personas.

En todo caso, en el entorno de la laguna ya se ha suspendido el uso las torres de observación y los puestos de fotografía, conocidos como hides, dado que no se puede garantizar la tranquilidad en la actividad de toma de imágenes por la necesidad de realizar trabajos de recogida y limpieza.

"El resto de actividades de observación no deberían verse afectadas", manifiesta el regido, que solicita al Gobierno de Aragón que mejore las vías de información a los posibles viajeros. De hecho, señala que en el centro de visitantes en este momento no hay carteles informativos, ni tampoco en otros puntos de acceso a la lagua. Y eso que la presencia de ejemplares muertos de grulla es habitual desde hace unos días. "Es importante trasladar que no deben ser manipuladas", consideran.

Por parte de la comarca del Campo de Daroca también se piden medidas para atajar los contagios por la importancia económica del turismo ornitológico para los pueblos del entorno de la laguna. "Es necesario que se tenga en cuenta lo importante que es este recurso para muchas personas", destaca el presidente de la entidad, Javier Lafuente.

Miles de visitantes

Como todos los años, independientemente de la expansión del virus aviar que ha tenido una fuerte incidencia en Alemania, con la llegada del frío y la reducción de las horas de sol, miles de aves usan los humedales aragoneses, como Gallocanta, parada para descansar y alimentarse antes de proseguir su largo viaje hacia zonas más cálidas del sur de la península, donde pasarán los meses de invierno.

Según los últimos censos oficiales, solo entre los meses de octubre a diciembre pueden llegar a pasar más de 104.000 grullas pasaron por encima de Gallocanta. Un fenómeno que se repite de forma similar en el mes de febrero. Las visitas guiadas y los paseos de observación que se organizan desde el centro de visitantes atraen en la temporada alta a miles de viajeros.

El protocolo de actuación, coordinado por los departamentos de Agricultura, Ganadería y Alimentación y de Medio Ambiente y Turismo, establece que los agentes de protección de la naturaleza son los encargados de recoger los cadáveres de las aves silvestres halladas en el medio natural.

Posteriormente, los veterinarios de Agricultura recogen in situ muestras representativas de los animales y las remiten al laboratorio para su posterior análisis, mientras que los cadáveres se introducen en dobles bolsas precintadas y se trasladan a contenedores específicos para su posterior incineración.

Tracking Pixel Contents