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Médicos que ejercen sin mir y docentes que dan clase sin el máster de Profesorado: el sistema público de Aragón, en jaque

Las consejerías de Sanidad y Educación han tenido que recurrir a medidas extraordinarias ante la falta de profesionales. En la actualidad, 152 facultativos ejercen sin el mir y 75 profesores sin el máster

Alumnos en la facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza, en una imagen de archivo.

Alumnos en la facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza, en una imagen de archivo. / Miguel Ángel Gracia

Zaragoza

Dos pilares del Estado de Bienestar que se tambalean. La falta de profesionales en la Sanidad y la Educación pública se ha convertido en una realidad cada vez más preocupante en España y también en Aragón, donde las consejerías de ambos ramos han tenido que recurrir a medidas extraordinarias como la contratación de profesionales sin la titulación especializada.

En concreto, según los datos del Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón, 152 médicos de los 1.560 que ejercen en Medicina de Familia, Pediatría y Atención Continuada trabajan sin el mir, que es la prueba de acceso y formación especializada para médicos en España. Representan casi un 10% del total de profesionales sanitarios de esta categoría.

Estos 152 superan los que había hace más de medio año, en el mes de marzo, cuando la cifra de médicos que ejercían sin tener la titulación homologada era de 109, según informaron entonces desde la consejería de Sanidad. El aumento de la cifra pone en evidencia que se trata esta de una medida excepcional para paliar el déficit de profesionales sanitarios que sufre Aragón, sobre todo en el medio rural.

Fuentes del Departamento de Sanidad subrayan que desde el Salud se prioriza «siempre» a los médicos que hayan hecho el mir, y se recurre a los que no tienen esta titulación «cuando ya no quedan otras opciones». «La prioridad para el Departamento de Sanidad es siempre contar con profesionales con la especialidad», inciden.

En esta línea, explican que desde el Gobierno de Aragón se «apoya» y «estimula» a los profesionales que no tienen su titulación validada para que se presenten al mir. Porque, remarcan, «los profesionales con el título homologado, pero sin la homologación de su especialidad, son pocos en comparación con la plantilla de Atención Primaria, pero son imprescindibles para prestar asistencia sanitaria». Asimismo, sostienen que son médicos «comprometidos, que quieren formarse, que en muchas ocasiones se quedan en el territorio y que ocupan plazas que continuamente se quedan vacantes a pesar de que el Salud las ofrezca». Indican también que, antes de entrar a trabajar, estos profesionales reciben formación tanto desde un punto de vista clínico (protocolos y estrategias de salud) como administrativo.

Parte de quienes ejercen sin el mir son profesionales que se han formado en otro país y que no pueden validar su especialidad en España. Así, no pueden ejercer como especialistas pero sí como médicos generales, tal y como explica el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza (COMZ), Javier García Tirado. «Los médicos extracomunitarios están colegiados porque cuentan con títulos homologados oficialmente», afirma, y añade: «Otra cuestión es que dispongan de un título de especialista válido».

Según los datos del COMZ, en torno a un 45% de los colegiados extracomunitarios sí cuenta con un título de especialista validado, mientras que el resto no lo hace y, por tanto, puede ser colegiado como médico general pero no como especialista. Ante esta situación, desde la consejería que dirige José Luis Bancalero solicitan al Ministerio de Sanidad «que agilice la homologación de estas especialidades, que es competencia nacional, para poder integrar a todas estas personas en el sistema». «Necesitamos una mayor eficacia por parte del Gobierno Central», afirman.

Tirado considera que esta contratación «irregular» -personal sin el mir o la titulación homologada- a la que han tenido que recurrir varias autonomías para cubrir las plazas de difícil cobertura «ocurre de manera demasiado habitual, especialmente en el ámbito de la Atención Primaria». «Estamos hablando de una ilegalidad administrativa flagrante cometida por la propia administración, amparada por el estado de necesidad para la atención de la demanda asistencial de la población ante la incapacidad de poder cubrir determinadas plazas», expone. Parte del origen de esta problemática está para él en la pandemia, que indica que «precipitó la necesidad de realizar de forma amplia este tipo de contrataciones» que hoy, cinco años después, perduran.

Docentes sin el máster

En la misma línea de medidas extraordinarias, y si se atiende a los datos del Departamento de Educación, en este curso escolar hay trabajando sin el máster del Profesorado 75 docentes de Secundaria y Formación Profesional de las más de 22.000 nóminas que hay en el sistema educativo. Los docentes sin esta titulación representan así un 0.34% del de profesorado en la comunidad.

El Departamento de Educación ya puso en marcha esta medida extraordinaria el pasado curso escolar, además de otras como la solicitud al ministerio del ramo que los maestros de Lengua y Matemáticas pudieran dar clase en Secundaria.

Ambas actuaciones fueron tomadas ante el déficit de docentes de Secundaria y FP que sufre Aragón, así como también otras autonomías, sobre todo en materias como Lengua, Matemáticas y otras vinculadas al ámbito de la Tecnología y de la Informática, y se han repetido este curso escolar. Eso sí, esta vez, los llamamientos a docentes sin el máster del Profesorado comenzaron ya a finales de septiembre, mucho antes que en el 2023-2024, cuando no se produjeron hasta marzo.

Con todo, antes de abrir las plazas a candidatos sin esta formación especializada, se realizaron llamamientos extraordinarios de interinos que no aprobaron la oposición de Secundaria y FP celebrada el pasado mes de junio en Aragón, no sin polémica. Fueron numerosos los aspirantes y sindicatos que consideraron que se había producido una «sangría» en esta prueba que, denunciaron, comprendía unos temas muy amplios y contaba con unas rúbricas de corrección a las que los aspirantes no tuvieron acceso antes del examen.

Es precisamente en la oposición, entre otros puntos, donde ponen el foco desde ANPE Aragón (Asociación Nacional Profesionales de la Enseñanza) al considerar que las soluciones para paliar el déficit de profesorado pasan por medidas como un sistema de acceso actualizado y modernizado que permita la estabilización de docentes y no perpetúe las tasas de interinidad.

Así, desde el sindicato no ven con buenos ojos los llamamientos extraordinarios a docentes sin el máster -«Es una medida con la que no estamos nada conformes», afirma Teresa Hernández, presidenta de ANPE Aragón- al considerarla un «parche». «Es algo grave. El requisito del máster no se pide porque sí. Es una formación pedagógica que es necesaria para impartir la docencia en las aulas», afirma Hernández.

Según explica, hay equipos docentes que han tenido «incluso problemas a la hora de abordar las clases por los nuevos profesores». «Si no tienen formación pedagógica, se enfrentan a un grupo de 25-30 personas y no es fácil. No es dar clase como tú creas, sino que tiene que haber una metodología, unos instrumentos de evaluación, de seguimiento. Son cosas que no pueden saber porque no se les ha enseñado», indica. Hernández añade que puede ser incluso agobiante para estos nuevos profesores que se incorporan a las aulas, ya que, si vienen de otras ramas alejadas de la docencia, lo más probable es que no hayan recibido «nada de formación psicológica, pedagógica, etc.».

«Desde hace tiempo venimos reclamando que hay falta de docentes, sobre todo en determinadas especialidades, y la administración no está poniendo soluciones reales», critican. Y claman por soluciones a largo plazo con las que se cuide el sistema educativo público. Medidas que sirvan para cuidar la Sanidad y Educación públicas, dos pilares básicos del Estado de Bienestar.

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