La organización desarticulada en Huesca y dedicada al cultivo de marihuana en macroplantaciones en la Ribagorza oscensae, como ya informó EL PERIÓDICO DE ARAGÓN, había recurrido a agricultores profesionales de la zona para llevar las explotaciones. Se trataba de un grupo compuesto por ciudadanos albaneses y españoles autóctonos que eran trabajadores agrícolas y ganaderos. Estos funcionaban en paralelo a otro grupo especializado en el tráfico de speed y otras sustancias como cocaína y cristal, compuesto en su mayoría por jóvenes policonsumidores.

De hecho, estas plantaciones estaban ubicadas en zonas a las que tan sólo se podía acceder a través de un camino situado frente a la casa familiar de uno de los principales implicados. La organización, además, había reclutado entre sus miembros a residentes de pequeños municipios que eran propietarios de terrenos cercanos a las plantaciones, lo que dificultaba en gran medida las investigaciones, pues estos integrantes se encargaban de controlar la zona, sometiendo a control a toda aquella persona ajena a estos pequeños núcleos rurales e informando de ello a los responsables de la organización.

 Este grupo estaba dirigido por un ciudadano albanés, hombre de confianza del líder de la organización. Disponía de documentación falsa para evadir una posible identificación policial, pues le constaba una prohibición de entrada en territorio Schengen y ya había sido expulsado en dos ocasiones por la Brigada de Extranjería.

Mayoría de albaneses

La investigación. iniciada en el 2020 por el Grupo de Estupefacientes de la Comisaría de Policía Nacional de Huesca, se ha saldado con la detención de 12 personas que, según las pesquisas, todas ellas forman parte de una organización criminal dedicada al tráfico de drogas. El último arresto llevado a cabo en esta operación tuvo lugar en la jornada de ayer.

A los sospechosos se les intervino 10 kilos de speed y 8.200 plantas de marihuana en tres macroplantaciones en el término municipal de Roda de Isábena, en concreto, en los barrancos de la Sierra y de la Ceguera.

Como adelantó EL PERIÓDICO, las primeras detenciones se produjeron en junio de este año. Los agentes dieron el alto a uno de los sospechosos cuando iba en su coche. En el interior hallaron dos kilos y medio de marihuana, cantidad con la que confirmaron todas las pesquisas anteriores y decidieron pedir al juez que se les permitiera inspeccionar estas dos viviendas, hallándose este importante alijo.

Pero no fue la única entrada en una vivienda de Santa Eulalia, ya que en otra que en la que accedieron hallaron 10 kilos de speed. A partir de ahí fueron tirando del hilo durante estos últimos meses hasta llegar a desmantelar la banda cuyo cabecilla es de origen español y el resto de detenidos de varias nacionalidades, si bien la mayoría son albaneses.

Su actividad principal era la marihuana, aunque habían decidido ampliar el mercado con una droga más dura como es la metanfetamina.

Extracción de sacos con sustancias estupefacientes en uno de los barrancos. CUERPO NACIONAL DE POLICÍA

Daño al medio ambiente

Los extensos cultivos de marihuana se encontraban ocultos en parajes boscosos, habiéndose localizado marcroplantaciones en la Noguera Ribagorzana, en los montes de Agüero y, en esta ocasión, en el valle del Isábena. Los integrantes del grupo transformaban totalmente el espacio natural, talando las superficies de pinares y convirtiendo el terreno en cultivos de marihuana.

Para el regadío de estas plantas, alteraban los barrancos cercanos, construyendo balsas para disponer de agua almacenada y poderla conducir hasta los campos de cannabis con mangueras y bombas de agua. Los investigados habían creado un método de cultivo y un sistema de riego por goteo para asegurarse la máxima producción de estos cultivos.

 Además, los productos químicos que empleaban y los deshechos que generaban los campamentos que vigilancia, como bombonas o garrafas de gasolina, entre otros, suponían una contaminación de la tierra.

 De hecho, al preparar el terreno de una de estas plantaciones durante el pasado mes de marzo, provocaron un incendio forestal que tuvo que ser extinguido por medios aéreos y terrestres y que afectó a casi cinco hectáreas de pinar en el monte de Ayerbe.

 Esta intervención constituye una continuación de las investigaciones que lidera la Policía Nacional en la lucha contra el cultivo de cannabis en los bosques de la provincia. En los últimos dos años, la Policía Nacional ha desmantelado siete plantaciones ocultas en los bosques de la provincia y ha aprehendido 40.000 plantas, superando en peso las 23 toneladas de marihuana.

Balance

La presente operación se ha saldado con la detención de doce personas por delitos de pertenencia a organización criminal, delito contra la salud pública, falsificación documental, delito contra el medio ambiente y delito de incendio forestal. Se han realizado seis registros domiciliarios y uno en una nave agrícola, en los que se han intervenido 8.700 gramos en cogollos de marihuana, 8.200 plantas de marihuana, 10.170 gramos de speed, 12.335 euros, equipos de transmisión portátiles, tres vehículos de alta gama, utensilios para la distribución y empaquetamiento de la droga.

 En los últimos años está siendo frecuente la presencia de ciudadanos procedentes de este país balcánico al frente de macroplantaciones de marihuana. Según los investigadores, los narcos del Este se han fijado en Aragón como su campo en el que cultivar cannabis y posteriormente exportarlo. La condición del clima, la orografía del terreno de la comunidad y la escasa densidad poblacional hacen que sea un polo de atracción para estas bandas.

La operación policial ha sido presentada hoy oficialmente por la subdelegada del Gobierno en Huesca, Silvia Salazar; por el comisario de la Policía en Huesca, Álvaro Rodríguez, y la jefa de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Huesca, Clara Pérez.