Un total de 729 armas de fuego y armas blancas que se hallaban depositadas por diferentes motivos en la Intervención de Armas y Explosivos de la Guardia Civil de Huesca, han sido reducidas a chatarra. Efectivos de la Guardia Civil de Huesca trasladaron dichas armas hasta una empresa siderúrgica, para darles el destino a chatarra a través del proceso de fundición.

Entre las armas destruidas había 535 escopetas, 10 rifles, 18 carabinas, 40 pistolas, 23 revólveres, 3 armas de avancarga, 23 armas de aire comprimido, 1 subfusil, 45 armas blancas y el resto otras armas.

En la provincia de Huesca existen más de 15.000 autorizaciones de diverso tipo para poder tener armas de fuego (armas para caza mayor, caza menor, tipo deportivo, seguridad privada, etc.), las cuales amparan más de 27.000 armas de fuego.