Los trabajadores del sector del transporte en la provincia de Huesca han convocado cuatro jornadas de huelga y paros parciales durante los días 3, 4, 6 y 8 de diciembre, afectando al puente de la Constitución. La decisión es consecuencia de la falta de acuerdo con la patronal en la reunión que han mantenido las partes este lunes para renovar el convenio colectivo, cuya vigencia terminó en 2019.

Los paros se producirán de 14.00 a 20.00 horas el viernes, 3 de diciembre; de 8.00 a 14.00 horas, el sábado 4 de diciembre y durante toda la jornada de lunes y miércoles, festivos.  

Después de dos años de negociación, la Federación de empresas de Transporte de Huesca y la Comisión negociadora del convenio colectivo del sector habían llegado a un preacuerdo en la reunión celebrada en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) el pasado 15 de noviembre. Sin embargo, la Asamblea de trabajadores han pedido incluir dos cuestiones no contempladas en el preacuerdo para aprobarlo. 

La primera reclamaba para los empleados a tiempo parcial "limitar a 11 las horas de libre disposición por día, con un solo corte en la jornada". La segunda exigía la regulación de la jornada "para tener dos días de descanso semanal" con un "cómputo anual de 96 días libres al año". Ante la negativa de asumir estas cuestiones, aseguran que "no nos queda más remedio que hacer huelga".

 Por su parte, los empresarios del transporte han lamentado esta convocatoria cuando ya existía un preacuerdo "tras casi 10 horas de negociación". En su crítica, han puesto el acento en que la asamblea de los trabajadores se celebró el lunes 22 de noviembre a las 17 horas, "un momento inapropiado para los trabajadores" y "convocada en un único centro de trabajo de toda la provincia".

En ese contexto, los empresarios consideran "ilegítimo" la presentación de las nuevas condiciones en la reunión de este lunes en el SAMA. Para Javier Aventín, presidente de la Asociación Empresarial de Transporte de Viajeros CEOS-CEPYME de Huesca, la comisión negociadora planteó "líneas rojas" que son "inasumibles" dentro del preacuerdo ya firmado.