Tecnología, generosidad y memoria comparten clases en Bureta

«Durante varias semanas tuve la suerte de impartir clases de teléfono móvil para personas mayores en Bureta, un pequeño pueblo zaragozano que me conquistó desde el primer día. Lo que comenzó como una actividad sencilla de alfabetización digital se convirtió en un espacio lleno de afecto, humor y generosidad», apunta Mary Carmen Bozal la profesora.

Las alumnas y alumnos que acudieron no solo querían aprender a manejar WhatsApp o a sacar mejores fotos también compartieron con ella su tiempo, sus historias y unas ganas inmensas de seguir conectadas con el mundo. «Con cada clase, me enseñaron que nunca es tarde para aprender, ni para reírse, ni para tener curiosidad».

Para la profesora, Bureta tiene «algo especial», destaca Mary Carmen. «No es solo el encanto de sus calles o la tranquilidad que se respira; es también su gente, acogedora y luminosa, y el imponente Palacio de los Condes de Bureta, que guarda siglos de historia entre sus muros». Allí conoció «la figura apasionante» de la condesa de Bureta, heroína de los Sitios de Zaragoza, «una mujer valiente que merece ser recordada y celebrada».

Las clases ya terminaron, «pero me llevé mucho más de lo que enseñé: sonrisas, aprendizajes compartidos y un cariño enorme por este rincón tan bonito del mundo», señala.