PATRIMONIO EN ARAGÓN
Aragón tiene 500 castillos que son un importante foco para el turismo
En muchos de estos espacios se llevan a cabo visitas guiadas, exposiciones y actuaciones de artes escénicas
Zaragoza es la tercera provincia con más castillos de toda España con 183 fortificaciones

Castillo de Sádaba durante el Festival de los Castillos / Javier Gimeno
Aragón cuenta con alrededor de 500 castillos que en su interior albergan siglos de cultura e historia. Se trata de una cifra que incluye otras fortalezas como torres o ciudadelas. Muchos se encuentran en buen estado y son el principal atractivo turístico de la zona. Un claro ejemplo es el castillo de Loarre, uno de los monumentos más visitados de Aragón que contó con 101.937 turistas en 2023. Sin embargo, otros edificios defensivos corren riesgo de abandono.
Tener un registro del número exacto de fortificaciones que hay en Aragón no es tarea sencilla. Aun así, en Turismo Aragón se dispone de una lista con todos los castillos (o la gran mayoría) que pertenecen al Gobierno de Aragón y a los ayuntamientos.
En total, se puede encontrar 56, pero a estos hay que sumarles los que son propiedad de particulares y otros edificios defensivos que, a menudo, se les incluye en la categoría de castillo.

Castillo de Novallas / Javier Gimeno
Zaragoza la tercera provincia con más castillos de España
Así pues, según los datos del portal de Patrimonio Cultural de Aragón, el número total de estas construcciones podría rondar los 500. Además, la Asociación Española de Amigos de los Castillos coloca a Zaragoza como la tercera provincia de España con más edificios defensivos, solo por detrás de Jaén (en primera posición) y Guadalajara (en segunda). Su mapa estima que en la provincia de Zaragoza se pueden encontrar 183 castillos, en Huesca 70 y en Teruel 95.
Si ya es complicado contabilizar todos, aún más es saber cuáles son los que están en buen estado y cuáles en riesgo de abandono. Aun así, según José Manuel Crua, presidente de la Asociación para la Recuperación de los Castillos de Aragón (ARCA), «desde hace unos cuantos años se ha empezado a tomar conciencia a nivel local para mantener, preservar y en algunos casos reacondicionar el patrimonio».

Castillo de Jaque de Moncayo / Javier Gimeno
Tanto los ayuntamientos como la DGA han tenido que hacer frente a problemas para poder hacerse con estas fortificaciones y rehabilitarlas. En muchos casos, están en manos de particulares que no tienen intención de venderlas u ofrecen un precio demasiado elevado. «Lo que acaba pasando es que esos particulares que no lo venden, muchas veces, tampoco afrontan el mantenimiento de la construcción y, por tanto, como ni los usan ni los mantienen terminan abandonados y en ruinas. Acaban desapareciendo de nuestro entorno, de nuestra historia y de nuestro patrimonio como aragoneses», afirma Crua.
Castillos en mal estado
El presidente de ARCA tiene una larga lista de ejemplos: «El castillo de Santias, en Erla, cerca de Ejea de los Caballeros, está a pie de carretera y con el paso de los años hemos ido viendo su deterioro. Ahora prácticamente solo queda una esquinita de una pared. Todos lo hemos visto ir cayendo poco a poco. Están todas las piedras del edificio esparcidas por todo el terreno». También cuenta la historia del castillo-palacio de Venta de Ballerías, en los Monegros, cerca de Barbastro, que de un día para otro los propietarios decidieron tirar. «No sabemos si fueron sancionados por ello», comenta Crua.
Aunque no todas las fortificaciones que están en manos de particulares corren el mismo destino. «El caso de Manuel Giménez Aperte, que restauró el castillo de Grisel y ahora lo tiene como establecimiento hotelero, es un ejemplo. Otros son el castillo-palacio de Bulbuente, que también es un servicio hostelero, o la torre de los frailes de Fraga, que se restauró y es de uso privado. No porque lo tengan particulares tienen que estar abandonadas, pero sí que tiene un alto coste mantenerlos», comenta el presidente de la asociación.

Público en el castillo de Valderrobres / Javier Gimeno
El abandono puede acabar llevando a la pérdida de este patrimonio. Asociaciones como Hispana Nostra busca defender y promover la protección y conservación de todo aquel patrimonio cultural y natural, entre los que están las construcciones defensivas.
Esta asociación nacional cuenta con tres listas. La lista roja recopila el patrimonio que está en peligro; en la verde, en la que aparecen los bienes que tras rehabilitaciones y reformas ya no están en riesgo; y, por último, la negra, recoge las construcciones que han acabado desapareciendo o se han alterado sus valores esenciales de manera irreversible (Aragón no cuenta con ningún bien en esta última)
El castillo de Jarque de Moncayo ha sido el último edificio fortificado en salir de la lista roja, ya que, en 2017, con el anuncio de que se iba a realizar su rehabilitación logró pasar a la lista verde.
El Festival de los Castillos
El castillo de Jarque, junto con otros doce, es sede del Festival de los Castillos, que se lleva a cabo durante todo el verano. El certamen ofrece una programación cultural diversa donde la danza, la música, el teatro y otras artes escénicas tienen lugar en estos espacios tan especiales.
De esta forma, se consigue atraer a un mayor público a ciertos municipios y al mismo tiempo se llenan de cultura y se dinamizan los castillos con nuevas actividades.

Actuación de Ariadna Redondo en el Festival de los Castillos con el castillo de Loarre de fondo / Javier Gimeno
Su codirector Toño Monzón cuenta que «hay que adaptarse a las 13 sedes. Cada una es distinta y se tienen diferentes procedimientos para adecuar la programación». La de este verano es su séptima edición y ya está rozando su fin. «Las apuestas más arriesgadas parece que han funcionado como el concierto Gregoriano en Loarre o el microteatro de Novallas y, en general, el balance es muy positivo», afirma Monzón.
En esta edición se ha podido disfrutar de artistas musicales como Pasión Vega o Vocal Tempo. Las actuaciones varían en función de la localidad en la que se realizan y las ubicaciones son: Grisel, Illueca, Alfajarín, Mesones de Isuela, Jarque de Moncayo, Valderrobres, Añon de Moncayo, Sádaba, Novallas, San Agustín, Albalate del Arzobispo, Loarre y Fraga.
Grandes atracciones turísticas
En el caso de los castillos que están bien conservados y, en concreto, los que pertenecen al Gobierno de Aragón y a los ayuntamientos su principal uso es el turismo, pero también se llevan a cabo actividades como festivales, museos permanentes, exposiciones temporales, conciertos o visitas teatralizadas. Principalmente atraen a turistas nacionales, aunque también hay un ligero porcentaje de extranjeros.
Los castillos estrella de Aragón son el de Loarre, ya que se trata de la fortaleza románica mejor conservada de Europa , el palacio de la Aljafería, por estar situada en plena capital aragonesa. También destacan otros como la Ciudadela de Jaca, donde el presidente de ARCA afirma que «hacen tantas actividades que han generado un flujo de turismo altísimo», o el castillo de Montearagón, que tras unas reformas reabría al público este mismo año y cuenta con visitas guiadas.
En general, el esfuerzo por mantener o rehabilitar un castillo es muy grande. Aunque su aportación a la riqueza histórica y cultural de Aragón, siendo baluartes con siglos de antigüedad, es aún mayor.
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