UN NEGOCIO OCTAGENARIO

Panadería Ferrando, parada obligatoria en la comarca

Entrada de la panadería Ferrando, en la calle Arrabal.  | AYUNTAMIENTO DE SIÉTAMO

Entrada de la panadería Ferrando, en la calle Arrabal. | AYUNTAMIENTO DE SIÉTAMO

BRUNO PALACIO

SIÉTAMO

Las panaderías tradicionales son un fenómeno cada vez menos habitual entre el comercio local de pueblos y ciudades. La preferencia de los clientes por las grandes superficies, que ofrecen pan y otros productos a un precio más bajo a costa de reducir la calidad y que reúnen todos los productos en un mismo establecimiento, ha provocado el cierre de todo tipo de negocios en los últimos años. No obstante, aún quedan en pie muchas panaderías históricas que resisten gracias a su prestigio en la elaboración de todo tipo postres, y a la fama que estos les dan. Entre una gran cantidad de negocios de obrador de la provincia de Huesca, destaca por su tradición la panadería Ferrando, situada en la oscense localidad de Siétamo.

José Luis Ferrando Labarta, de 61 años, es el dueño de esta panadería, situada en la calle Arrabal del citado municipio. La panadería Ferrando la abrieron los abuelos de José Luis a principios de la década de los años 40 y, con 17 años, ya empezó a trabajar en el negocio de sus abuelos. Hace 13 años, con el fallecimiento de su madre, José Luis se quedó al mando de la panadería.

Lo más típico de esta aclamada panadería son los empanadicos. Entre sus principales postres, además de bollería más común como las magdalenas, podemos encontrar las clásicas empanadas de calabaza y manzana, y también empanadas saladas, de atún, setas o patata entre otras.

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