AYUNTAMIENTO DE EJEA

Un memorial dedicado a la libertad

Tributo a siete ejeanos deportados al campo de concentración de Mauthausen

Un memorial dedicado a la libertad

Un memorial dedicado a la libertad

CRÓNICA cronicas@aragon.elperiodico.com

En el Cementerio Municipal de Ejea, muy cerca de la fosa común y del monolito dedicado a las víctimas de la represión franquista, se inauguró recientemente un memorial en homenaje a los siete ejeanos deportados al campo de concentración nazi de Mauthausen.

En la cercanía física y simbólica de ambos memoriales quedan expresados los reconocimientos del ayuntamiento y del Pueblo de Ejea a unos hombres singulares que lucharon por la libertad, la justicia y la igualdad en un tiempo histórico profundamente difícil.

Un memorial dedicado a la libertad

Un memorial dedicado a la libertad

Con el 'Himno de los deportados' de Chant des Marais, sonando de fondo, familiares de los homenajeados (Jeannine Laborda y Juan Luis Dulce), acompañados por el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, por la alcaldesa de Ejea, Teresa Ladrero, y por Josep San Martín, delegado en Aragón de Amical Mauthausen, destaparon el monumento memorial a los ejeanos deportados al campo de concentración nazi de Mauthausen. Pablo Aguas Muñoz, José Francés Jiménez, Mariano Laborda Arilla, Ramón Lacima Giménez, Ángel Lambán Abadía, Ignacio Parral Ripamilán y Santiago Raga Casanova habían huido de la Guerra Civil y acabaron siendo víctimas de una de las mayores tragedias del siglo XX, la del holocausto nazi. Cuando el 5 de mayo de 1945 fueron finalmente liberados por las tropas americanas, ya sólo tres de ellos habían sobrevivido a la barbarie: Santiago Raga, Mariano Laborda y José Francés

FUERZA

El acto fue conducido por José Antonio Remón, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Ejea, quien destacó cómo "estos hombres, aun en las extremas condiciones de los campos de concentración eran capaces de organizarse clandestinamente y seguir teniendo una fe, unas convicciones y una ilusión férreas por un futuro mejor"

Por parte de los familiares intervinieron Jeannine Laborda, hija de Mariano Laborda Arilla, y Juan Luis Dulce, nieto de Santiago Raga Casanova.

Muy emociada, Jeannine Laborda dijo que "era un momento triste pero a la vez alegre porque se estaba reconociendo a unas personas que lucharon para que seamos libres e iguales, sea cual sea nuestra condición, raza o pensamiento". La hija de Mariano Laborda hizo un pequeño repaso a la peripecia vital de su padre, quien tras luchar en la Guerra Civil Española como miliciano se exilió a Francia, pasó por campos de prisioneros galos y finalmente fue capturado por las tropas alemanas e internado primero en Sagan (Polonia), después en Traer, y finalmente deportado a Mauthausen. Jeannine Laborda contó a los asistentes cómo su padre se encontró allí con Santiago Raga, quien hizo muchísimo por ellos, "nos guió y organizó la clandestinidad dentro del campo".

Muy emocionado también, Juan Luis Dulce, nieto de Santiago Raga, contó cómo su abuelo salió de Ejea en 1936, dejando a su esposa e hijas para defender la libertad. Tras sobrevivir a Mauthausen, consiguió reencontrarse con su familia en Francia en el año 1947. Juan Luis recordaba cómo su abuelo les decía "que no olvidasen nunca lo acontecido y que lo hiciesen recordar a los hijos de sus hijos, y así sucesivamente", indicó. También recordó a su bisabuelo, Manuel Raga, quien unos días después de la huída de sus hijos y aun siendo muy mayor, fue fusilado por los sublevados franquistas.

El acto contó con la presencia de Josep San Martín, delegado territorial de Amical de Mauthausen, la asociación que agrupa a los exdeportados republicanos de los campos de concentración del nazismo, así como a los familiares y amigos, tanto de los supervivientes como de los deportados asesinados en los campos. San Martin dijo que "es importante recordar a las víctimas con los nombres y apellidos que cada uno tenía". Cerró su intervención recordando el juramento que los supervivientes hicieron: "Nunca más", y que Amical de Mauthausen quiere que ese recuerdo y ese juramento sigan vivos y por eso promueven viajes a los campos de concentración para que los jóvenes conozcan ese episodio nefasto de la historia.

Precisamente, en mayo de 2011, cinco estudiantes del Instituto Cinco Villas de Ejea de los Caballeros viajaron a Mauthausen y colocaron en las paredes que rodean los hornos crematorios una placa del Ayuntamiento de Ejea de los Caballeros en recuerdo de los ejeanos y cincovilleses que fueron deportados y torturados en este campo de concentración. Estas jóvenes recogieron una piedra de Mauthausen que Joseph San Martín entregó al ayuntamiento para ser depositada en el memorial erigido en recuerdo de los siete ejeanos que pasaron por él.

La alcaldesa de Ejea de los Caballeros, Teresa Ladrero, sobrina también, como la concejala Juana Teresa Guilleme, de uno de los homenajeados, Ignacio Parral Ripamilán, destacó que "desde el Ayuntamiento de Ejea se lleva muchos años rindiendo homenaje a quienes lucharon por la libertad, a quienes fueron portadores de sueños y lo dieron todo por sus ideales". Dentro de sus acciones de recuperación de la memoria histórica, se inauguró en 2008 un monumento memorial a las víctimas de la represión franquista, que se ha complementado con la inauguración del memorial en homenaje a los siete ejeanos deportados a Mauthausen.

Teresa Ladrero recordó la experiencia de las jóvenes estudiantes del IES Cinco Villas de Ejea, Alicia Begué, Irene Garcés, Marina Lapuente, Elena Tomás y Begoña Villellas, que fueron "portadoras de una placa del Ayuntamiento de Ejea de los Caballeros en recuerdo de los deportados originarios de nuestra ciudad", precisó Ladrero. La alcaldesa hizo también un repaso de la experiencia de la deportación de su tío, que pasó por cuatro campos de concentración y que acabó muriendo trastornado en una residencia en Suecia.

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