Alcañiz es la única localidad de las nueve que conforman la Ruta del Tambor y el Bombo que no rompe la hora en la noche del Jueves Santo o en la mañana del Viernes Santo, pero en la madrugada de este domingo la localidad bajoaragonesa quiso hacerlo como símbolo de unión en las Jornadas de Convivencia de la Ruta, que cumplen 50 años. El alcalde de la ciudad, Ignacio Urquizu, fue el encargado de levantar el bastón de mando y al bajarlo una plaza de España llena de cofrades comenzaron a sonar sus tambores y bombos. Así hasta las 06.00 horas en lo que se llamó la Noche del Toque Libre y en la que fue complicado conciliar el sueño porque en cada rincón de cada calle había un tambor y un bombo rasgándose.

En el acto de la rompida estuvieron presentes el que fuera una década presidente de la Ruta, Segundo Bordonaba, el periodista Ignacio Escolar y los Amigos del Tambor, quienes fueron los protagonistas del pregón de las Jornadas de Convivencia que se celebran en Alcañiz.

No será el único momento en el que se puedan escuchar los bombos y tambores. Este domingo por la tarde será el acto de Exaltación, que se celebrará de nuevo en la plaza de España, con desfile hacia la iglesia Santa María la Mayor.

El 5 de septiembre de 1970 se reunió en Alcañiz la primera Junta Coordinadora con la participación de Andorra, Híjar, Calanda y la ciudad anfitriona. En esa reunión se estableció el deseo común de aunar cuantos esfuerzos venían realizando para divulgar y dar realce a sus tradicionales manifestaciones. Las primeras Jornadas de Convivencia fueron en 1976. Participan Albalate del Arzobispo, Alcañiz, Alcorisa, Andorra, Calanda, Híjar, La Puebla de Híjar, Samper de Calanda y Urrea de Gaén.

Rompida en Alcañiz. JUAN IGNACIO MONREAL

A lo largo de su existencia, la asociación de La Ruta ha desarrollado numerosas acciones para la difusión de la tradición cultural de la Semana Santa bajo-aragonesa en torno al tambor y el bombo. La asociación también ha llevado a cabo multitud de presentaciones en distintas ciudades de España, destacando su invitación a los dos grandes acontecimientos de 1992: la Exposición Universal de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona. "Seguiremos potenciando esta tradición con nuestro propio lenguaje, a veces la palabra y siempre el sonido de nuestros tambores y bombos". De momento, esa voz única ya es Patrimonio Cultural de la Humanidad, reconocido por la UNESCO.

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