Nada menos que 40 grados era la temperatura que a las 21.00 horas marcaba el termómetro del paseo Sagasta, a escasos metros de la iglesia del Perpetuo Socorro, sede de la cofradía de la Institución de la Sagrada Eucaristía. Un calor que no amilanó ni a los costaleros que sacaron el paso del Cristo del Amor Fraterno ni a los zaragozanos que acudieron, abanico en mano, para verlo procesionar por las calles de la capital aragonesa con motivo del 75 aniversario de esta hermandad.
A las órdenes de los capataces Javier Barco y Pedro Gracia, 65 hombres y mujeres se fueron turnando en las trabajaderas para llevar este paso que desde 2017 no lo hacía, bien por la lluvia, por falta de costaleros en favor del paso titular de la Santa Cena del imaginero sevillano José Antonio Navarro Arteaga y por la pandemia.
«Es un regalo poder salir, reúne mucha devoción y el pasado Jueves Santo cuando se quedó en casa se nos encogió el corazón», afirmó Sergio del Río, delegado de costaleros. La emoción estaba en los ojos de todos y muy especialmente de las diez mujeres que son costaleras, después de que la pasada Semana Santa se estrenaran.
«La otra vez entré llorando de emoción y salí llorando de dolor, pero me compensó y hoy vuelvo porque quiero estar debajo del Fraterno y que Zaragoza disfrute de nuestro aniversario», afirmó Irene Elvira, quien destaca que contra el calor la solución es "mucha agua y caramelos en el bolsillo".
Recorrieron la calles Goya - Sagasta - Bolonia - Doctor Casas - Damas - León XIII - Lagasca - Gil de Jasa - Cervantes - Arzobispo Domenech - Moncasi- Perpetuo Socorro; hasta recogerse en torno a las 00.00 hora, pudiendo disfrutar de la imagen realizada por el murciano Antonio Labaña en 1991 tanto con la luz natural como con la calidez de la cera. Especialmente lució el sobrio canasto de madera de caoba de estilo barroco, con apliques de plata adornado con un exorno floral de claveles blancos.
