Teruel

El Torico le gana la batalla al temporal y luce con orgullo su pañuelo carmesí

Moisés Sánchez y Javier Herrero, de la peña Los Marinos, han colocado la prenda roja en la emblemática estatua dos horas más tarde de lo previsto a causa de la lluvia, que no ha logrado frenar la fiesta de la Vaquilla

Colocación del tradicional "pañuelico" rojo al Torico, con el que se da comienzo a las fiestas de la Vaquilla de Teruel.

Colocación del tradicional "pañuelico" rojo al Torico, con el que se da comienzo a las fiestas de la Vaquilla de Teruel. / EFE/Antonio Garcia

Judit Macarro

Judit Macarro

Ni la lluvia, ni tampoco el intenso granizo que ha caido este sábado en Teruel, ha logrado acabar con las fiestas de la Vaquilla del Ángel. Con una sonrisa y mucho orgullo, han escalado a las 18.15 horas la escultura del Torico Moisés Sánchez y Javier Herrero, de la peña Los Marinos. Eso sí, dos horas más tarde de lo programado debido a las malas condiciones climatológicas.

El sol, que ha brillado por su ausencia y se ha mantenido perezoso durante la mayor parte de la jornada, dejando una hora de respiro a los turolenses para poder colocar el pañuelo y dar comienzo a sus fiestas. Eso sí, engalanado el Torico, ha vuelto la tempestad a la ciudad.

Sin embargo, por mucho que lo ha intentado el tiempo, los ánimos y la alegría no han decaido en ningún momento. Las nubes, cada vez más presentes en el cielo, dejaron caer la tempestad en torno a las 14.00 horas, a tan solo dos horas del acto que iba a dar inicio a las fiestas. Los ha habido que se han resguardado del temporal bajo las cornisas, otros más valientes incluso se han atrevido a comer a la intemperie en sus peñas porque, «luego nos vamos a bañar en vino, por un poco de agua qué más da», decían. Hayan sido más o menos atrevidos, nadie se ha quedado en casa.

La odisea turolense ha llegado hasta el campin de la ciudad, donde los alojados –la mayoría procedentes de otras provincias para disfrutar de las fiestas– han sufrido el torrente de agua en forma de barro hasta las rodillas y tiendas inundadas.

Una imagen un tanto catastrófica que ha llegado incluso a necesitar la actuación de los Bomberosde la Diputación de Teruel. Han realizado labores de saneamiento de la fachada del Palacio Provincial, en la plaza San Juan 7 de Teruel, donde a causa del agua se desprendió parte de una cornisa. También han estado achicando agua en el número 43 de la calle Leocadio Brun de la capital. Una ardua labor para poder disfrutar de las fiestas con seguridad.

Y mientras el diluvio continuaba en la ciudad, la fiesta no se ha achantado. Poco a poco se iba acercando el momento y, con gran pesar, desde el consistorio se han visto obligados a anunciar la decisión de posponer la puesta del pañuelo. La primera vez en la historia que la lluvia frenaba el acto en las fiestas de la Vaquilla.

Abrazo de victoria

Pero, el reloj ha dado las 18.00 horas, momento en el que el sol ha salido justo a tiempo para abrazar el sonido del Campanico, que ha avisado de que el momento por fin había llegado. Han salido corriendo entonces Néstor Sebastián y Eva Martínez, los peñistas encargados de llevar el pañuelo hasta la plaza, por las calles de la ciudad.

Y, con una sonrisa enorme, Moisés Sánchez y Javier Herrero han abrazado el Torico a las 18.10 horas, pañoleta en mano. Unos segundos después, ha estallado el alboroto y la alegría en la plaza ante la ilusión de dos jornadas y media de diversión. 

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