SMS o llamadas a cobro revertido, correos electrónicos con un virus adjunto, mensajes con enlaces trampa, hackers que manipulan y espían tus movimientos... Estas son algunas de las estafas que nos podemos encontrar en el amplio mundo de Internet y la proliferación cada vez mayor de las redes sociales.

Sin embargo, estos fraudes, aunque de forma no digitalizada, han existido toda la vida y, a veces, esos que pueden parecer más tradicionales son los que nos acaban dando con un canto en los dientes. Nunca está de más extremar las precauciones porque los timadores no se cansan de refrescar sus trucos para conseguir lo que desean.

El último engaño del que se ha hecho eco está literalmente a las puertas de nuestras casas. Los autores demuestran no tener pudor alguno. Se trata de una llamada inofensiva al telefonillo, a partir de la que los ladrones comienzan a actuar sin levantar sospechas.

La llamada al timbre más peligrosa

Las personas mayores son las más propensas a caer en estas trampas, por eso es importante mantenerlas al tanto de cómo se mueven los delincuentes. En este caso, la estafa se ha denominado 'Timo del familiar y/o grúa' y la Guardia Civil ha alertado sobre ella en su perfil de Twitter: "Obtienen información personal para engañar. Solicitan dinero alegando emergencias o venden objetos falsos".

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Se sospecha que los que realizan esta práctica se preparan muy bien y escogen la víctima con cierta anterioridad. Hacen la labor propia de un detective e investigan aspectos personales como datos sobre los hijos o familiares más directos. En definitiva, información con la que manipular y hacer creer que conocen al pariente en cuestión.

Se presentan en el propio hogar de la persona elegida y se ganan su confianza. A partir de ahí, le comienzan a pedir dinero con la justificación de que su familiar está pasando por una emergencia o que lo necesita para hacer frente al coste de una grúa. Pero la cosa no queda ahí: también se aprovechan de situaciones económicas delicadas para vender artículos supuestamente valiosos a un precio reducido, o incluso cometen hurtos en el domicilio mientras la víctima va a por la cantidad solicitada.