Tener un hijo conlleva muchas responsabilidades y tareas. Entre ellas, está la de ponerle el nombre perfecto -o el mejor posible-, escogiendo de entre las miles de opciones posibles, y son los padres los que suelen encargarse de dar con él. Es muy importante tener en cuenta que es la firma que va de la mano de cada persona para el resto de su vida. Sobre este tema va el caso de la periodista australiana Kirsten Drysdale, que ha dejado a más de uno boquiabierto.
Siendo ya mamá de dos pequeños, hace poco dio a luz al tercero y a ella y su pareja no se les ocurrió mejor idea que desafiar al registro civil: proponer un nombre impensable para ver si se lo permitirían. Sabiendo que en todos los países del mundo, hay nombres prohibidos y que el gobierno australiano rechaza cinco al año, se trataba de todo un reto.
La madre del momento respondió algunas preguntas en el programa 'What the FAQ' de la ABC, donde explicó que en su país no existía una lista negra especial de nombres, por lo que deseaba comprobar si el registro civil estaría al tanto de todos los casos para evitar nomenclaturas censuradas. Así fue como la periodista se animó a llamar a su criatura 'Metanfetamina mola' (en inglés, 'Methamphetamine rules').
La respuesta del registro civil australiano
Contra todo pronóstico, el organismo al frente de estas cuestiones aprobó 'Metanfetamina mola' como nombre para el bebé de Kirsten Drysdale. "Pensamos en presentar el nombre más escandaloso que se nos ocurriera, asumiendo que sería rechazado. Desafortunadamente, el nombre pasó desapercibido para el registro", confesó la periodista en el programa. Asombrada por el veredicto, se puso en contacto con la administración preguntándose cómo 'Metanfetamina mola' superó los filtros.
Por ello, tanto la familia como los trabajadores del registro se han puesto manos a la obra para subsanar el error y cambiar el nombre lo antes posible. Sin embargo, esto no va a dejar en el olvido la prueba nominal de los padres, ya que en el registro permanecerá grabado que este niño un día se llamó 'Metanfetamina mola'. De momento, no hay noticias de su nuevo y definitivo nombre, pero en la casa de Drysdale las bromas en torno a la anécdota tendrán una larga vida.