Enrique, "Kike", era un joven de 20 años que estudiaba Arte Dramático en Madrid. Se presentó al programa de citas amorosas 'First Dates' con el fin de encontrar el amor y se describía como una persona enamoradiza: "Me identifico con Verónica Forqué haciendo de Kika porque soy un poco igual. Voy en el metro y me enamoro. Y me voy de fiesta, me lío con uno y me enamoro".
Sin embargo, el espacio televisivo se ha teñido de negro este mes a causa de la inesperada noticia de su muerte. Enrique López habría desaparecido en los alrededores del mirado Camilo José Cela, en Cuenca, a lo largo de la madrugada del jueves 14 al viernes 15 de septiembre.
La búsqueda estuvo activa durante varios días de manera ininterrumpida hasta que las autoridades dieron con un cadáver en la zona de los miradores de la Ronda del Júcar, en la misma provincia. Se trataba del cuerpo del que fue comensal en 'First Dates', cuya madre, Rosa Pilar Sáez, había sido concejala del Ayuntamiento de Hellín (Albacete).
Su paso por el programa
El joven venía en busca de "un modernito, artista, yonqui y macarra", le comentaba al presentador. Ante la descripción ofrecida, Carlos Sobera se dirigió a por su cita. "No quiero un cayetano ni un ingeniero, quiero un 'antifa' que me regale mecheros", terminó diciendo antes de conocer a su cita.
Enrique confesó que su "madre le iba a matar", la exconcejal del Partido Popular. El 'dating show' le presentó a Javier, un estudiante de Química. Las primeras impresiones fueron buenas, ambos congeniaron estupendamente en las diferentes aficiones que tenían.
En la decisión final, Kike y Javier pactaron tener un segundo encuentro: "Lo quiero conocer más. Yo no sé si va a ser el padre de mis hijos, sabes. Pero un buen 'parkineo' nos tendremos que meter, ¿o no?", aseguraba mientras se reía. Por otro lado, Javier confesaba querer volver a ver a Kike por la fluidez y los gustos que ambos compartían.