Al Casademont Zaragoza se le escapó entre los dedos la victoria contra el Real Madrid (89-98). Tuvo a su rival contra las cuerdas todo el partido, dominó casi siempre en el marcador, pero en los últimos tres minutos el líder estuvo mucho más acertado y los colegiados le echaron una mano, por si acaso. Total, que el equipo de Laso sigue a lo suyo, con 32 victorias en 33 partidos, y el Casademont rompió su racha triunfal de cuatro victorias seguidas. Pero fue una derrota que no debe afectar al equipo de Luis Casimiro porque mantuvo su estilo, la línea que le ha traído hasta aquí, sus virtudes y defectos conocidos.

Fue un partido bonito, disputado, con muchos puntos. Y no los hubo por dejadez defensiva, ni mucho menos, sino por talento ofensivo. Ambos mostraron su capacidad para anotar toda la tarde, especialmente el Madrid desde la larga distancia. El equipo de Pablo Laso echó de menos la influencia de Tavares bajo los aros pero suplió esa ausencia apostándolo todo al exterior. Y le salió bien porque Rudy, Laprovittola, Taylor... anotaron hasta 18 triples.

El duelo de pistoleros favoreció a quien tiene más arsenal en sus filas, por mucho que estuvieran pensando en la Euroliga o que hayan perdido efectivos por el camino o lo que se quiera. El Madrid tiene más y mejor que la inmensa mayoría de equipos de España y de Europa y están perfectamente bien dirigidos por Pablo Laso y su cuerpo técnico, que le sacan rendimiento a todo. Así, aunque Llull y Abalde tuvieron una presencia testimonial en el partido, Laprovittola hizo 20 puntos, el incombustible Rudy 17 o Taylor, 12.

El Casademont hizo todo lo que pudo. Defendió razonablemente bien, con sus carencias, pero con ganas y con una idea clara. Atacó con el criterio que ha mostrado las últimas semanas, buscó sus ventajas, encontró sobre todo a Harris (23 puntos) pero hubo cinco jugadores por encima de los diez. Wiley tuvo algún problema con Poirier, Justiz no rindió bien y Hlinason acabó ocupándose del francés. Todo lógico, utilizando sus armas de la mejor manera posible.

Los árbitros

Y le funcionó 37 de los 40 minutos del partido. De hecho el equipo aragonés empezó anotando 31 puntos en el primer cuarto (31-19) y mandando con diez de ventaja durante muchos minutos. El Real Madrid, sin ventajas claras por dentro, apostó todo su juego a la línea exterior. Ya al descanso había lanzado el doble de veces de tres que de dos (25-12) y no varió un ápice su plan en la segunda parte. Al final fueron 42 lanzamientos de tres y 33 de dos con 18 triples anotados que resultaron clave.

El equipo aragonés dominó incluso el rebote durante muchos minutos, sobre todo cuando empezó a decaer el acierto ya en el tercer cuarto. Pero al final esa batalla también fue blanca y ahí estuvo otra de las claves del partido. Las fuerzas se igualaron al máximo hasta el final, cuando ya hizo acto de presencia el cansancio y el partido requería un esfuerzo más. Tuvo que hacerlo el Real Madrid para ganar porque no se lo puso nada fácil el Casademont Zaragoza.

El partido no dio tregua, fue reñido y competido hasta el último momento. Al final hasta los colegiados se quedaron sin aire. Solo así se explica que no pitaran una falta clarísima de Poirier sobre Wiley (incluso podían haber señalado otra también al pívot en una contra) justo cuando se estaba decidiendo el asunto. En el momento clave, en los últimos tres minutos, todas las decisiones arbitrales cayeron del lado de siempre. Son ya 33 partidos oficiales entre ambos y todavía no ha sucedido que los errores favorezcan al Casademont. Qué mala suerte.

El Real Madrid no se guardó nada para ganar a un Casademont que estuvo muy muy cerca de llevarse el triunfo. No lo consiguió por detalles pero el partido del equipo aragonés fue muy serio, en la línea ascendente de las últimas semanas. Así encara su momento cumbre de la temporada, la final a ocho de la Champions. Este lunes pone rumbo a Rusia con las ideas claras, sabiendo cómo debe hacerlo. Jugando así será capaz de cualquier cosa. 

FICHA TÉCNICA

Casademont Zaragoza: San Miguel (10), Ennis (5), Brussino (10), Harris (23), Wiley (11) -cinco inicial-, Sulaimon (6), Justiz (2), Barreiro (11), Benzing (5), Hlinason (6) y Javi García.

Real Madrid: Laprovittola (20), Causeur (3), Taylor (14), Tyus (10), Poirier (5) -cinco inicial-, Alocén (12), Carroll (9), Rudy Fernández (17), Abalde, Vukcevic (1), Garuba (7) y Llull.

Parciales: 31-19, 20-35, 24-19, 14-25.

Árbitros: Conde, Zamorano y Fernández Esteban. 

Exclusiones: Benzing (m.31).

Incidencias: Partido disputado en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza a puerta cerrada.