El Casademont Zaragoza se recuperó mejor, digirió pronto el mal trago de las semifinales y se puso manos a la obra desde el principio para lograr su nuevo objetivo. No era el final deseado, pero el conjunto aragonés se vuelve de Nizhny Novgorod con la medalla de bronce de la Champions y 200.000 euros de premio. El conjunto de Luis Casimiro fue mejor que el SIG Strasbourg durante todo el partido y se impuso 89-77 para terminar en alto y llevarse una alegría al cuerpo.

Es el partido que nadie quiere jugar, pero el Casademont sí quiso. Superados los instantes iniciales del duelo, más de tanteo que otra cosa, fue el conjunto aragonés el que se puso el mono de trabajo para terminar el trabajo de la mejor manera posible. Enganchado a Ennis y Brussino, el equipo zaragozano dominó el marcador desde el principio, lo que no había podido hacer en los dos partidos anteriores. El Casademont Zaragoza estaba mucho más metido en el partido en la primera parte, dominando el rebote, encontrando sus puntos, aprovechando que el nivel menor de intensidad del Strasbourg le estaba haciendo fallar.

El trabajo de recuperación fue claramente mejor en el Casademont Zaragoza, que estuvo mucho más concentrado y con mucha mejor actitud que un SIG Strasbourg al que se le atragantó mucho más tener que jugar este duelo de consolación. Si en los dos anteriores el conjunto aragonés había empezado sufriendo y teniendo que buscar la remontada, en esta ocasión el padecimiento fue menor y diferente, porque el Casademont mandó en el marcador durante 35 minutos y solventó bien sus peores momentos.

Estos llegaron en el último cuarto, cuando el Strasbourg hizo el último esfuerzo por intentar darle la vuelta a la situación. Hasta entonces, sin Jefferson por problemas musculares, solo con el MVP Colson no era capaz de controlar el partido. El Casademont dominaba el rebote y el ritmo. Pero el conjunto galo también quería subirse al podio de esta Champions y en los últimos diez minutos subió su presión defensiva. Un cambio que, como ya sucedió también en partidos anteriores, puso en aprietos al Casademont, que no supo cómo superarla y sufrió varios errores consecutivos en ataque, dando vida al rival.

Además, Sulaimon, después de otro mal partido, acabó expulsado por una técnica en el peor momento del equipo, con un parcial de 0-8 que devolvía a al Strasbourg al partido. Javi García tuvo que salir en frío para intentar solventar el problema y el equipo sufrió. Barreiro, que había acabado con un fuerte golpe en el tobillo derecho en la primera parte, volvió para ser decisivo junto a un enchufadísimo Ennis. El canadiense dio un ejemplo de competitividad y actitud positiva, completando otro gran encuentro y siendo decisivo para el Casademont. Además, ya ha superado los 400 puntos anotados en la competición. También Brussino y Wiley realizaron un buen partido que contribuyó al triunfo.

En esta ocasión hubo más jugadores en la rotación y, lo que es más importante, sumando. El equipo superó sus malos momentos, cuando el Strasbourg se puso a cuatro puntos a cuatro minutos del final, y sentenció el partido sin tener que sufrir demasiado en los últimos minutos. De esta forma el Casademont acaba la Champions con una sonrisa, tercero en el podio. En su primera participación fue cuarto y, en la segunda, ha subido un escalón. Pero el sueño sigue siendo el título y este volvió a quedarse lejos. Al Casademont solo le queda seguir intentándolo. 

FICHA TÉCNICA

Casademont Zaragoza: San Miguel (6), Ennis (24), Brussino (10), Harris (10), Wiley (10) -cinco inicial-, Javi García, Barreiro (16), Benzing (4), Hlinason (4) y Sulaimon (5).

SIG Strasbourg: Maille (3), Bohacik (17), Colson (22), Wainright (7), Morin (8) -cinco inicial-, Lansdowne (12), Cavaliere (3), Tchicamboud y Udanoh (5).

Parciales: 20-16, 24-21, 23-18, 22-22.

Árbitros: Mazzoni (Italia), Liszka (Polonia) y Yilmaz (Turquía). 

Excluidos: Excluyeron dos técnicas a Sulaimon (m.32) y por personales a Wainright (m.33).