La pandemia, el estado de alarma, la paralización de la actividad durante dos meses, supuso una alteración también en el funcionamiento económico y contable del Casademont Zaragoza. Para evitar un quebranto mayor en las cuentas, la entidad tuvo que tomar medidas extraordinarias entre las que destacan el acuerdo con la primera plantilla para la reducción de salarios, el erte a los trabajadores de la entidad y la solicitud de dos préstamos por un total de 475.000 euros que la SAD deberá devolver en diferentes cuotas hasta el año 2025.

Así queda consignado en las cuentas anuales de la entidad correspondientes al ejercicio cerrado el 30 de junio de 2020, que fueron auditadas por Deloitte y aprobadas por el 79,35% del capital social representado en la junta de accionistas celebrada el pasado 29 de diciembre. Se explica en el punto 10.1 (Pasivos financieros no corrientes) dentro del epígrafe 10, deudas (a largo y corto plazo). «La Sociedad ha formalizado en el ejercicio 2019-20 dos préstamos con entidades bancarias por importes de 400.000 y 75.000 euros, ambos acogidos a la línea ICO de avales covid-19 incluida dentro de las medidas urgentes extraordinarias aprobadas por el Consejo de Ministros y recogidas en el Real Decreto Ley 8/2020 de 17 de marzo», dice el documento.

A continuación se detallan las condiciones de devolución de los mismos. «El primero de los préstamos, por importe de 400.000 euros, fue formalizado el 10 de junio de 2020, con vencimiento el 10 de junio de 2023, 12 meses de carencia y un tipo de interés fijo del 1,95%. El segundo de los préstamos, por importe de 75.000 euros, fue formalizado el 19 de junio de 2020, con vencimiento el 19 de junio de 2025, 12 meses de carencia y un tipo de interés fijo del 2,9%».

Otros préstamos

En el mismo documento se recoge la distribución de las partidas con las que Basket Zaragoza hará frente a la devolución de ambos préstamos después de una primera de carencia. En las temporadas 2021-22 y 2022-23 deberá abonar 218.750 euros en cada una, mientras que en las dos siguientes, 2023-24 y 2024-25, deberá pagar 18.750 euros. De esta manera en 2025 habrá satisfecho los 475.000 euros de ambos préstamos.

Fue una medida extraordinaria para poder hacer frente a todos los pagos de la temporada y acabar el ejercicio al corriente con jugadores, empleados y creedores comerciales. En otras ocasiones la entidad ha solicitado préstamos para poder adelantar la liquidez de algunas subvenciones, cuyo cobro suele estar siempre fuera del ejercicio al que corresponden. Así se hizo, por ejemplo, un año antes, tal y como explica el punto 10.2 de las cuentas, pasivos financieros corrientes.

 «A 30 de junio de 2019, dentro de la partida ‘préstamos’ se registraba la parte con vencimiento a corto plazo de la póliza de préstamo formalizada con fecha 13 de junio de 2018 por importe de 430 miles de euros con vencimiento el 30 de junio de 2020. Dicho contrato se encontraba garantizado mediante la constitución de una garantía pignoraticia sobre los derechos económicos correspondientes a las anualidades de la temporada 2017-18, derivadas de la subvención concedida por el Gobierno de Aragón cuyos importes terminaron de ser cobrados por la sociedad en el ejercicio 2018-19».

En el apartado siguiente, ‘Deudas con empresas del grupo y asociadas a largo y corto plazo’, se explica que la entidad tiene registrados préstamos participativos por importe de 209.943 euros, en los ejercicios 2019 y 2020, formalizados con los accionistas durante el ejercicio 2016-17. Asimismo, a 30 de junio de 2020 «se encuentran registrados tres préstamos personales suscritos con los accionistas por importes de 251.000 euros que devengan un tipo de interés fijo del 3%. A 30 de junio de 2019 se encontraban registrados, además de estos tres préstamos personales, que han sido renovados a su vencimiento y uno de ellos cedido a otro accionista, otro préstamo personal de 125.000 euros devuelto por completo durante el ejercicio 2019-20», según explican las cuentas de la entidad.