Los temores de Luis Casimiro estaban bien fundados. El técnico veía a su equipo desconectado después de una semana sin competición y no fue capaz de conectarlo. El Casademont Zaragoza se despidió del Príncipe Felipe esta temporada con una sonrojante derrota ante el tercer clasificado, el Lenovo Tenerife (60-91), que estuvo mucho más sólido y mejor durante todo el partido. El equipo aragonés marcó un nuevo registro negativo esta temporada, los 60 puntos anotados son la anotación más baja de este curso, por delante de los 61 que logró en Vitoria.

El Casademont Zaragoza solo aguantó un cuarto. Empezó el partido bien, con una buena defensa y, un golpe de Shermadini al minuto y medio que le obligó a sentarse en el banquillo, favoreció su plan de partido. La conexión Huertas-Gio no podía aparecer y, en el otro lado, Harris aprovechaba para abrir hueco. El buen trabajo atrás y el control del rebote permitieron al equipo aragonés dominar cómodamente y cerrar el primer cuarto 24-17.

Ahí se acabó el Casademont. Desde entonces hasta el final el equipo aragonés fue diluyéndose hasta desaparecer por completo. El Tenerife mejoró y fue haciéndose poco a poco con el control del partido. A los zaragozanos cada vez se les hacía más cuesta arriba tanto en defensa como, sobre todo, en ataque. Ahí empezaron a acumularse los errores en el Casademont, que ya no encontró la fluidez en su juego en toda la tarde. Aguantó como pudo al descanso (37-41) todavía metido en partido, confiando en que la pausa del intermedio le permitiera rehacerse y salir a la pista con nuevos bríos.

Nada de nada. Ni los tiempos muertos de Casimiro, ni los cambios y recambios múltiples del técnico cambiaron la cara de un equipo apático y apagado. Puede entenderse que el Casademont haya visto finiquitada la temporada, aunque sumar estas dos últimas victorias tenía su importancia, y que el Tenerife esté más motivado y enchufado porque a partir de la semana que viene debe afrontar un playoff. Las circunstancias son diferentes pero en ningún casi eximen al Casademont de su indolencia, que le llevaron a firmar una pésima segunda parte.

En los segundos 20 minutos solo fue capaz de anotar 23 puntos. Con un juego plagado de errores e imprecisiones, sin respuestas a nada de lo que ocurría en el partido. No la hubo para Shermadini, que firmó 20 puntos, 8 rebotes y 31 de valoración, ni para los problemas propios. Solo Harris encontró el hueco en la defensa tinerfeña, del resto poco más se supo. La frustración fue en aumento en el equipo aragonés, como con el grito a sus compañeros que salió del alma de San Miguel en el enésimo error defensivo, en la técnica a Ennis y a Casimiro, en las quejas arbitrales.

Aunque los colegiados pudieran equivocarse en alguna acción, nada se les puede achacar del resultado ni de lo ocurrido en la pista. El Casademont cayó víctima de sus propios errores, por comenzar sus vacaciones anticipadamente, por no salir con la tensión necesaria, por no tener siquiera el orgullo lo suficientemente dolido como para poner otro nivel de intensidad, de energía. El naufragio fue general y colectivo.

El partido terminó mucho antes de que se cumplieran los 40 minutos, con la única duda de comprobar cuál sería la diferencia final, siempre aumentando. Al final fueron 31 puntos que dejan un mal sabor de boca porque este equipo ha demostrado ser capaz de algo más. También de algo menos. En una temporada tan irregular y extraña el final no lo podía ser menos. Ahora el objetivo solo puede ser dar una mejor imagen en el último partido, en Murcia, este domingo.

FICHA TÉCNICA

Casademont Zaragoza: San Miguel, Ennis (5), Brussino (7), Harris (13), Wiley (7) -cinco inicial-, Sulaimon (11), Hlinason (4), Javi García (2), Justiz (2), Barreiro (2) y Benzing (7).

Lenovo Tenerife: Marcelinho (16), Salin (11), Sulejmanovic (6), Doornekamp (3), Shermadini (20) -cinco inicial-, Yusta (6), Jenkins (3), Álex López (3), Guerra (4), Fitipaldo (6), Sergio Rodríguez (5) y Cavanaugh (8).

Parciales: 24-17, 13-24, 11-20, 12-30.

Árbitros: Aliaga, Manuel y Yasmina Alcaraz. 

Eliminados: No hubo.

Incidencias: partido de la penúltima jornada disputado en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza a puerta cerrada.