El Casademont Zaragoza ha decidido empezar prácticamente de cero con el cuerpo técnico para la próxima temporada. Jaume Ponsarnau empezará una nueva etapa en el club aragonés tras firmar dos campañas pero, como él mismo anunció en su presentación, con cambios en el banquillo. El club ha decidido reducir su estructura y pasar de tres a dos ayudantes. Manuel Peña, que termina contrato, no entra en los planes de la entidad y no se sentará junto a Ponsarnau, mientras que el Casademont está buscando una nueva ubicación para Sergio Lamúa, que sí tiene contrato en vigor con la entidad para el próximo curso. De esta forma, sí está previsto que continúe Nacho Juan, mientras el Casademont está buscando un nuevo ayudante para Jaume Ponsarnau.

Se trata de una decisión del club, tomada y ejecutada antes de contratar al nuevo técnico y que hubiera sido igual con cualquier otro inquilino para el banquillo. De hecho, Pedro Martínez hubiera desembarcado en el club con su propio ayudante. Ahora se ha ofrecido a Ponsarnau que busque a alguien de su confianza. Una de las motivaciones para reducir el cuerpo técnico es económica, pero también las hay deportivas después de que el Casademont se haya quedado fuera de Europa y en la que la entidad no ha acabado satisfecha con el rendimiento deportivo, sobre todo en el tramo final

Lamúa llegó al club en el verano del 2017 tras haber dirigido al Planasa Navarra en la LEB Oro y ha sido ayudante con Jota Cuspinera, Pep Cargol, Porfi Fisac y, esta campaña, con Ocampo, Sergio Hernández y Luis Casimiro. Manuel Peña ha trabajado las últimas tres temporadas en la entidad y Nacho Juan fue el último en incorporarse. De esta manera, el nuevo proyecto del club aragonés va a sufrir un cambio importante la próxima temporada tanto en el cuerpo técnico como en la plantilla, donde son muy pocos los jugadores con la continuidad asegurada para el nuevo curso.