El Casademont Zaragoza perdió su segundo partido de la pretemporada en otro duelo muy igualado (82-88). Esta vez, ante el Urbas Fuenlabrada, la moneda le cayó cruz después de un partido de arreones, de lentitud en el ataque posicional y problemas en las ayudas, pero sobre todo, de centímetros. Solo con Hlinason sobre el parqué fue capaz el equipo aragonés de incidir en ataque y en defensa y, sin la envergadura e intimidación del islandés, sufrió para parar el rebote ofensivo de un Fuenlabrada con las ideas más claras y con un plan más definido durante todo el encuentro.

Desde el primer instante el Fuenlabrada no ocultó sus cartas. Buscó un partido de mucha posesión, bombardeo de triples y de muchos puntos y se aprovechó de su acierto inicial y de los problemas en el rebote ofensivo del Casademont para ponerse 8-16 arriba. Demasiadas segundas oportunidades concedidas. Sin embargo, el conjunto aragonés despertó de la mano de Font y de la mejoría defensiva por la presencia e intimidación de Hlinason. El equipo aragonés logró terminar 20-20 el primer cuarto, pero sin anotar de tres puntos ni con amenaza real.

En el segundo, el conjunto aragonés se atascó en el ataque posicional, pero encontró al fin el acierto desde el perímetro de la mano de un protagonista quizá inesperado: Rodrigo San Miguel. Tres canastas consecutivas y el buen trabajo coral en defensa, que sacó de la zona e incomodó al Fuenlabrada, permitió al Casademont ponerse por delante, pero un arreón de inspiración triplista del cuadro madrileño, unido a unos minutos en ataque de cierta espesura, puso el marcador 37-44. En transición logró maquillar el electrónico al descanso (41-44).

Tras el descanso la vida siguió igual, con ritmo cansino y algunas imprecisiones. Se marchó a siete puntos el Fuenlabrada, pero un toma y daca de pérdidas y canastas permitió correr al Casademont y, después, emergió la figura en ataque de Hlinason, imparable en el tramo final del tercer cuarto, lo que permitió al cuadro de Ponsarnau irse con una ligera ventaja (67-64).

En el último cuarto el acierto de tres del Fuenlabrada volvió a subir, pero el Casademont mantuvo el tipo en el marcador hasta los últimos minutos, cuando cada decisión en ataque fue mala y, en defensa, volvió a echar de menos los centímetros y fortaleza de Hlinason. Cheatham de tres a 1.16 del final y una antideportiva dejaron el choque casi visto para sentencia para los madrileños y Alexander, tras el enésimo rebote ofensivo, sentenció un choque en el que el Casademont estuvo incómodo. 

Ficha técnica:

82 - Casademont Zaragoza: Cook (8), Font (10), Okoye (12), Vanwijn (8), McLean (11) -cinco inicial- Rodrigo San Miguel (11), Radoncic (8), Ramón Vilá, Pavle Stosic, Hlinason (12) y Javi García (2).

88 - Urbas Fuenlabrada: Samar (3), Emegano (11), Meindl 12, Cheatham (19), Alexander (13) -cinco inicial- Armand (8), Ristic (6), Álex López (3), Chema González, Novak (5), Eyenga (2) y Bagayoko (6).

Parciales por cuartos: 20-20, 21-24, 26-20 y 15-24.

Árbitros: Checa, Benavente y Casero. Sin eliminados.

Incidencias: Amistoso disputado en el pabellón de Calatayud.

Matt Mobley, uno de los nuevos fichajes del Casademont Zaragoza para la presente temporada, no pudo jugar ayer en Calatayud frente al Urbas Fuenlabrada debido a un proceso gastrointestinal. «Matt Mobley es baja para el partido de hoy (por ayer) debido a un proceso gastrointestinal que le ha impedido viajar con el equipo», explicó el club aragonés. Su baja se unió a la de Santi Yusta, que sigue recuperándose de su lesión aguda en el menisco interno, y del pívot Javier Justiz, cuyo destino será el Peñas Huesca para que encuentre de nuevo el ritmo competitivo.


En principio, si la evolución de los problemas gástricos de Mobley es buena, podrá estar mañana en el partido de presentación de la temporada ante su nueva afición en el Príncipe Felipe. A las 19.00 horas será el encuentro del equipo femenino, que se medirá al Movistar Estudiantes y, a continuación, a las 21.00, tendrá lugar la última prueba de la pretemporada para el equipo aragonés contra el San Pablo Burgos. El encuentro contará con un 40% máximo del aforo del Príncipe Felipe debido a las restricciones todavía vigentes y todos los abonados tendrán derecho a entrar al pabellón.