Segundo paso y, si cabe, más firme que el primero. El Casademont Zaragoza se impuso en Miribilla con brillantez y contundencia (76-100) y se mantiene invicto, en lo más alto de la tabla y como uno de los ataques más contundentes de la Liga Endesa. De nuevo, fue completamente superior a su rival, esta vez incluso más superior que ante el Manresa, y convirtió en inútiles todos los intentos del Bilbao Basket.

Fue superior el Casademont en el rebote (capturó 17 más que los locales) y su buen criterio en ataque quedó reflejado en las 19 asistencias repartidas, 10 más que en el primer partido. El conjunto aragonés anuló a Delgado, que terminó pasando desapercibido, y obligó al Bilbao a jugar por fuera. Sobrevivió, o lo intentó el cuadro de Mumbrú, a base de triples, pero los zaragozanos también respondieron desde la larga distancia con 15 aciertos y un 48% de eficacia. En ataque fue inteligente para buscar y encontrar las mejores opciones y fueron apareciendo casi todos sus jugadores.

Porque, de nuevo, fue un triunfo coral, de equipo. Primero fue Mobley el que tenía la muñeca caliente, pues fue él quien dio el estirón en el segundo cuarto. Más tarde fue Waczynski y también un Vanwijn muy mejorado con respecto al debut. El belga estuvo más tranquilo, cometió menos personales e hizo un buen trabajo en el cuatro. También por dentro lo hizo Hlinason, ganándole la partida a Delgado y entendiéndose a las mil maravillas con San Miguel (además de capturar 9 rebotes). Incluso Javi García acabó muy enchufado y fue él quien llevó al equipo a los 100 puntos.

El dominio del Casademont fue absoluto. El Bilbao Basket solo dominó el marcador en los primeros instantes pero, tras el lógico tanteo inicial, los jugadores de Jaume Ponsarnau tomaron las riendas y ya no las soltaron. Estuvieron siempre por encima, muy por encima incluso, en el marcador, pero también en el juego y en las sensaciones. Porque a cada cambio defensivo o táctico de Mumbrú supo responder y adaptarse el equipo aragonés.

Eso sí, pese a los resultados, al Casademont no le sobra nada, por eso es consciente desde el primer día y pone en práctica un trabajo estajanovista en la cancha. Desde el primer hasta el último minuto. El equipo aragonés sabe que debe ganar palmo a palmo, batalla a batalla, sumando todo lo que pueda, sin bajar los brazos, sin desconcentrarse. No lo ha hecho de momento, por eso ha sido mejor que sus dos rivales en las dos primeras jornadas. Mañana le espera el Burgos y con minutos en las piernas.

Sin descanso

Así que no se relajó el Casademont que, durante todo el partido, fue trabajándose jugada a jugada su ventaja en el marcador, su superioridad frente al un rival que se veía impotente. El Bilbao lo intentó por todos los medios y recortó en varias ocasiones la ventaja, pero chocó una y otra vez contra un muro. El Casademont no se puso nervioso ni dio esperanzas a su rival, que tuvo que desistir al final. Lo que no puede ser no puede ser y, además, es imposible.

Aunque el Casademont pudo haberlo roto incluso un poco antes, el partido no peligró en ningún momento. Los aragoneses pudieron vivir un final plácido e, incluso, dar descanso a algunos jugadores pensando ya en mañana. Vilá y Font salieron al final, por ejemplo. Mientras, Sipahi continúa con su integración y ya se le vieron más cosas que frente al Manresa. Aunque también jugó de dos, más que de base, el turco acabó con 5 asistencias. Las sensaciones de Ponsarnau en la previa se confirmaron y más jugadores se sumaron a mejor nivel que la primera jornada. De momento, el Casademont ha empezado con paso muy firme. Dos victorias en dos jornadas y la pinta de ser un equipo muy serio.

FICHA TÉCNICA

Surne Bilbao Basket: Rousselle (18), Hakanson (12), Bigote (3), Miniotas y Delgado (6) -cinco inicial-; Luz (3), Goudelock (12), Reyes (8), Masiulis (2), Withey (6), Rigo (6) y Galán.

Casademont Zaragoza: San Miguel (3), Mobley (18), Okoye (5), Vanwijn (15) y Hlinason (11) -cinco inicial-, Javi García (14), Sipahi (4), Waczynski (13), McLean (10), Radoncic (7), Vilà y Font.

Parciales: 20-16, 11-27, 22-26, 23-31.

Árbitros: Árbitros: Jordi Aliaga, Juan de Dios Oyón y Vicente Martínez. Sin eliminados.

Incidencias: partido disputado en el Bilbao Arena de Miribilla ante menos de 4.000 espectadores.