Como es habitual en el Palau, el Casademont Zaragoza sucumbió ante el Barça (76-63). El equipo aragonés mantuvo la ilusión durante muchos minutos, volvió a estar mejor en defensa que en ataque, pero cuando los azulgrana subieron su intensidad defensiva en la segunda parte y, especialmente, en el último cuarto, sentenciaron definitivamente un partido que siempre habían dominado aunque sin avasallar.

El Casademont estuvo ahí, siempre a una distancia prudencial, manteniéndose sobre todo gracias a su defensa. De los cinco partidos de Liga que ha disputado, el de ayer es el que menos puntos ha metido el Barça y el Casademont firmó ocho recuperaciones, dos más que su rival, señales de que atrás es ya un bloque que va adquiriendo cierta solidez. Además, Hlinason se está acostumbrando a poner varios tapones por partido y el equipo tiene muy buenas fases en el rebote.

Claro que, en ataque, es otra cosa muy distinta. Ahí está teniendo problemas el Casademont, que no termina de encontrar la fluidez necesaria en su juego ni, desde luego, el acierto suficiente como para poder llevarse los partidos. Sobre todo desde la línea de tres, donde volvió a firmar unos números demasiado bajos como para tener opciones (4/16). Precisamente el acierto de tres fue lo que mantuvo al Barça en sus peores momentos.

Eso ocurrió en el segundo cuarto, cuando los azulgranas, después de marcharse de diez puntos (33-23), dejaron de anotar y el Casademont hizo un parcial de 0-8 que le devolvía de lleno al partido. Pero con 33-31 en el marcador los aragoneses malograron hasta cuatro ataques seguidos para, al menos, igualar el marcador. No lograron anotar en los últimos seis ataques antes del descanso, lo que dio aire a un Barça que solo anotó once puntos en ese segundo tramo de partido. En la segunda parte el conjunto de Jasikevicius salió mucho más serio y obligó al Casademont a ir al límite de las posesiones, trabando aún más sus ataques. Los locales fueron estirando su ventaja hasta llegar a los 20 puntos y Ponsarnau tuvo que llamar al orden a sus jugadores para que las diferencias no fueran sangrantes. Al final, 13 puntos.

El técnico cumplió con lo dicho en la previa y estiró al equipo desde el inicio, utilizando a todos sus jugadores. La mejor noticia fue la recuperación de McLean, que volvió a demostrar sus fundamentos, produciendo en cada acción en la que intervenía. El que no mejora es Kenan Sipahi, que volvió a ofrecer otra actuación decepcionante. Ponsarnau le dio la titularidad y después estuvo en el uno y en el dos con el mismo resultado insuficiente.

También necesita algo más el Casademont de Waczynski, que atraviesa un bache tras su gran debut, aunque ayer encontró los puntos de Okoye. En cualquier caso necesita algo más el Casademont, una mayor producción ofensiva, si quiere tener opciones de ganar los partidos. En los últimos, eso ha sido lo que le ha impedido competir, aunque frente al Barça mantuviera la ilusión durante muchos minutos.

FICHA TÉCNICA

Barça: Calathes (5), Hayes (11), Higgins (6), Mirotic (6), Oriola (10) -cinco inicial-, Sanli (7), Martínez (3), Smits (7), Laprovittola (11), Kuric (3), Jokubaitis (6) y Caicedo (1).

Casademont Zaragoza: Sipahi, Mobley (4), Okoye (14), Vilà (7), Vanwinj (2) -cinco inicial-, San Miguel (4), McLean (12), Radoncic (10), Waczynski (3), Font, Hinason (4) y García (3).

Parciales: 25-16, 11-15, 18-13, 22-19.

Árbitros: Emilio Pérez Pizarro, Javier Torres y Cristóbal Sánchez. Sin eliminados.

Incidencias: Partido adelantado de la sexta jornada de la Liga Endesa disputado en el Palau Blaugrana ante 2.284 espectadores.