Cambio de chip en el Casademont Zaragoza. El equipo aragonés se desplaza casi 4.768 kilómetros al este para debutar este miércoles en la FIBA Europe Cup en la pista del Avtodor Saratov ruso. Lo hace con cuatro derrotas consecutivas en la Liga Endesa pero también consciente de que entra en una nueva competición en la que debe dar su máximo para pasar de ronda. "Si queremos demostrar nuestro compromiso tenemos que entender que este es un reto no solo para cada miembro del equipo y del club sino también para representar a esta ciudad. Salir a Europa supone esto y vamos a mirar de hacerlo lo mejor posible. Tenemos aún poco conocimiento de la competición y los rivales pero a medida que entremos en la competición aprenderemos, a medida que veamos cómo juegan los rivales también aprenderemos. Al final se trata de ser el máximo de competitivos que podamos ser y ahí está el reto", señala Jaume Ponsarnau.

El equipo aragonés debuta en este torneo, el segundo de la FIBA, cuarto en el escalafón continental, y se convierte en el primer equipo español en el mismo, así que todo va a ser nuevo, también el rival, el Avtodor Saratov. "Tiene jugadores conocidos, sobre todo en el perímetro, son buenos equipos europeos y jugadores con caché europeo. Vamos a tener que estar muy bien en todo esto de la creación, vamos a tener que estar muy bien en la defensa a campo abierto y del pick and roll, muy sólidos en todo lo que nos planteen, también a nivel defensivo para saber atacarlo. Ahí está el reto. Lo primero que vemos es que el partido va a tener una exigencia máxima y esta exigencia nos dificulta la victoria pero es un estímulo importante para dar pasos y crecer. Creemos que somos un equipo en construcción que tiene que mejorar muchas cosas", apunta el técnico.

El equipo viene de caer el sábado con estrépito en Tenerife y ahora debe afrontar el viaje más largo para competir en Rusia. "Sobre todo me preocupa que viajar quiere decir que no entrenas y este es el hándicap más importante. Es el desplazamiento más largo que vamos a tener en toda la temporada y es lo que toca. En ese sentido tenemos que llevarlo bien, ajustar los biorritmos lo mejor que que podamos, viajar lo mejor que podamos y tener la mentalidad claramente para competir. No solamente vamos a viajar sino que vamos a jugar un partido", indica Ponsarnau.

Por su parte, la plantilla también afronta el duelo como un nuevo reto, con el plus que siempre da competir en Europa. "Es una nueva competición para nosotros y creo que es muy importante para el equipo, el club, la ciudad. Zaragoza adora jugar en Europa y es lo que necesitamos. Creo que es un duro inicio, con tres partidos seguidos fuera, pero debemos afrontarlos uno a uno, aprender de estos partidos e intentar sacar alguna victoria. Creo que nuestro rival es un equipo muy duro. La clave es salir ahí y dar nuestro cien por cien, aprender del partido, crecer y no rendirnos", valora Stan Okoye.