Se acabaron las excusas para el Casademont Zaragoza. El equipo dirigido por Jaume Ponsarnau se mide este miércoles a los israelíes del Hapoel Gilboa (18.00) en la segunda jornada de la Fiba Europe Cup inmerso en una crisis de resultados que ha llevado al equipo a acumular cinco derrotas consecutivas. El discurso de la adaptación y el aprendizaje tiene que quedar atrás porque aun estando todavía en una etapa temprana de la temporada empieza a existir la necesidad imperiosa por ganar.

La abultada derrota de la pasada semana ante el Saratov ruso hace que se haya estrechado mucho el margen de error del que dispone el equipo zaragozano si de verdad quiere llegar lejos en Europa. Y no da la impresión de que el partido vaya a ser un trámite sencillo para el Casademont debido, por un lado, a las dudas que vienen dejando los zaragozanos en las últimas semanas, y por otro, a que el Hapoel Gilboa llega con la moral por las nubes tras vencer en la pasada jornada de la Liga de su país ni más ni menos que al todopoderoso Maccabi Tel Aviv. 

Pero los pupilos de Ponsarnau tienen la obligación de no esperar a los encuentros en el pabellón Príncipe Felipe y de rascar alguna victoria a domicilio que ponga de cara la clasificación a la próxima ronda de la competición. Gracias al descanso del pasado fin de semana en la Liga ACB, el técnico ha dispuesto de una semana completa de entrenamientos hasta el partido de hoy para afianzar conceptos y corregir errores para encontrar la solidez y la constancia que convierta a los zaragozanos en un equipo acorde al talento que se le presupone a su plantilla.

El entrenador catalán reconoció la frustración de la plantilla por la mala dinámica del equipo pero apuesta por levantarse en vez de bajar los brazos. Porque el problema del Casademont no es solo que se le haya olvidado ganar partidos, lo más preocupante es que en muchos de esos choques incluso ha dejado de ser un equipo competitivo, que está dentro de los partidos. Así mismo el técnico entonó el mea culpa y confesó el «no haber acertado en algunas propuestas» alrededor del juego.

 Ponsarnau contará con todos sus hombres disponibles, a excepción de los lesionados de larga duración (Cook y Yusta), para afrontar el choque y se espera, más allá del esquema o del planteamiento, que los jugadores llamados a liderar el equipo den un paso al frente y suban sus prestaciones. Los Okoye, Mobley, Radoncic y compañía buscarán recuperar la inspiración y el acierto para cortar una racha de derrotas que se alarga demasiado. Un choque que debería servir también para ver una mejoría en la dirección del juego y en la intensidad de los interiores.

AMERICANOS

Enfrente estará el Hapoel Gilboa, que también perdió en la primera jornada. Es un equipo formado completamente por jugadores locales y americanos, en el que está destacando el estadounidense con pasaporte británico Killeya-Jones, que está cuajando un gran inicio de curso. Otros de sus principales jugadores son Michael Mor Brisker, Ronnie Harrel o Yotam Hanochi. 

Aunque la mayoría son desconocidos para el aficionado español, algunos son jugadores contrastados en Europa y forman un buen bloque, caracterizado por la fortaleza de su juego interior y la electricidad de sus exteriores, que se hace especialmente fuerte ante su afición, en una cancha que se espera que sea una caldera. A pesar de ello, el Casademont parte como favorito y debería imponer su categoría para evitar quedar en una situación más comprometida que en la que ya está.

El otro partido del grupo del Casademont Zaragoza que también se disputa el miercoles (17.00) y es el que enfrenta al Saratov ruso y al Reggiana italiano, los dos equipos que vencieron en la primera jornada de la competición y que por tanto el que lo gane se convertirá en líder en solitario del grupo y encarrilará su clasificación para la siguiente ronda. Por el factor cancha, parte con ligera ventaja el Saratov, donde los aragoneses ya pudieron comprobar cómo se las gasta el combinado ruso en su feudo. En todos los partidos de la Fiba Europe Cup será muy importante el basketaverage porque en el caso de que haya empate a victorias será clave para determinar los clasificados.