Con una sensación de alivio tras la victoria europea pero con la impresión de que quedan muchas cosas todavía por mejorar. Así afronta el Casademont Zaragoza su encuentro de esta sábado ante el Breogán (18.00) en el Príncipe Felipe, donde no consigue la victoria desde la jornada inaugural de la Liga ante el Manresa.

El partido en Israel fue una montaña rusa, pero tiene que ser el punto de inflexión en el que el equipo zaragozano sustente su reacción. Unas de las notas positivas del encuentro ante el Hapoel Gilboa, además del resultado, fue que el Casademont no se vino abajo en ningún momento y compitió hasta el final levantando unarenta de diez puntos, circunstancia que Ponsarnau había calificado como imprescindible para que el equipo comenzara a evolucionar. Pero lo cierto es que el partido se sacó adelante más por garra que por juego y lo más probables es que eso no sea suficiente para enfrentarse a los rivales de la competición doméstica.

Para tener opciones de victoria será imprescindible aumentar el acierto a canasta ya que en las cuatro derrotas consecutivas que lleva el Casademont en la Liga Endesa, la media de anotación ha sido de 63 puntos, dato muy alejado de los 99 que promedió en las dos primeras jornadas. Gran parte de esa mejora pasará por las manos de Matt Mobley que, tras el histórico triple doble del pasado miércoles, deberá confirmar su mejoría e intentar sumarle regularidad a su tremendo potencial. Puntos que también deberán anotar Okoye y Radoncic como hicieron en Israel, donde también se vio una cierta mejoría en el puesto de base, con San Miguel anotando tiros claves y un Sipahi más conectado al equipo. El que se deberá hacer aun más grande si cabe será el finlandés Hlinason ante la más que probable baja de McLean.

Enfrente estará el Breogán. En el conjunto dirigido por Paco Olmos un nombre destaca por encima del resto, el del bosnio Džanan Musa. El alero internacional bosnio es todo un ex NBA (jugó dos temporadas en los Brooklyn Nets) que tiene un talento innato para anotar desde cualquier posición de la cancha. Pero no será el único jugador al que tendrá que prestar atención la defensa del equipo zaragozano. El base Trae Bell-Haynes está siendo uno de los más destacados en este inicio liguero y Sergi Quintela está en el mejor momento de su carrera. Por dentro, los gallegos tienen jugadores muy polivalentes donde destaca Rasid Mahalbasic Un conjunto dinámico, atractivo, que juega a altas anotaciones a sabiendas de su poderío ofensivo, pero con una defensa rápida y física.

Así pues, el equipo gallego será una prueba de toque para medir si la reacción en Europa tiene su continuidad en ACB y no se queda en un espejismo en un encuentro donde los hombres de Ponsarnau buscarán recuperar la confianza en su juego ante una afición del Príncipe Felipe deseosa de volver a ver ganar al equipo zaragozano