Las cinco derrotas cosechadas por el Casademont Zaragoza en la Liga Endesa, la última el sábado en Gran Canaria, se han producido de la misma manera: de principio a fin. De esos 200 minutos de juego el equipo aragonés ha ido por debajo en el marcador en 190 y tan solo en 1.10 ha estado por delante de su rival. Han sido derrotas incontestables por un equipo que, hasta ahora, no ha sido capaz de remontar un partido en la ACB. O lo ha dominado claramente, o ha sido dominado sin paliativos.

Sucedió de nuevo el sábado. El Casademont no estuvo por delante de su rival en ningún momento. El Gran Canaria dominó el marcador 39.35 minutos con una renta que llegó a ser de 17 puntos. En Tenerife fue muy parecido, 39.12 minutos en desventaja, aunque la distancia alcanzó los 28 puntos en el marcador. En Barcelona el equipo aragonés consiguió estar dos puntos por delante durante tres segundos, mientras que los locales controlaron el resultado 37.32 minutos y llegaron a mandar por 20 puntos de diferencia.

Las derrotas en casa no fueron mejores. Contra el Valencia el dominio visitante fue de 38 minutos por cero total del Casademont que, aunque estuvo siempre cerca porque como muy lejos veía a su rival a 9 puntos, nunca logró ponerse por delante. Sí lo consiguió frente al Burgos, en la tercera jornada. Durante 1.07 minutos logró estar a una diferencia máxima de tres puntos, pero el conjunto castellano mandó en 36.29 de los 40 minutos de juego y amasó una renta de 21 puntos.

Las victorias han sido todo lo contrario. Contra el Manresa el Casademont mandó en 30.29 de los 40 minutos, en Bilbao estuvo 29.20 minutos por delante en el marcador y, contra el Breogán, en 33.03. Hasta la fecha, el único partido que ha conseguido ganar remontando y sin dominar fue en Israel. Contra el Hapoel Gilboa Galil solo estuvo 13 minutos liderando el marcador, llegó a verse diez puntos por debajo de su rival y su máxima renta fueron 4 puntos.

Así que, entre otras muchas cosas, a este Casademont le falta continuidad y consistencia como para hacer frente a situaciones adversas en los partidos. Todavía no ha sido capaz de remontar un duelo, viéndose condenado a la derrota cuando su rival toma la iniciativa en el marcador, tanto en casa como fuera. El último partido fue una buena muestra de ello. Tras mucho remar el Casademont logró recortar 17 puntos de desventaja y ponerse tan solo a uno, pero a partir de ahí fue incapaz siquiera de igualar el encuentro pese a tener oportunidades para ello. Mucho camino le queda por delante al equipo de Jaume Ponsarnau para mejorar y ser más competitivo.