El Casademont Zaragoza da otra imagen con el mismo resultado

No es que el conjunto de Ponsarnau diera un gran salto cualitativo en su juego, pero sí es verdad que supo aprovechar mejor sus ventajas y a sus jugadores enchufados. Primero con Hlinason y su victoria en la batalla por el rebote ofensivo, después con el ímpetu de Radoncic para agitar un ataque sin muchas alternativas, también con el acierto casi inmaculado de un Waczynski muy activo y muy agresivo en los dos lados de la cancha. Poco más tuvo el equipo aragonés, incapaz de jugar para sus tiradores.

Los exteriores, sobre todo Mobley y Okoye, pasaron totalmente desapercibidos, por no decir que hicieron un mal partido. Es verdad que el juego del equipo no les favorece, porque rara vez les generan un espacio para tirar, pero también es cierto que ambos son demasiado irregulares y a veces no aprovechan ni los tiros liberados. Tampoco generan mucho sus bases, con San Miguel al menos intentándolo y Sipahi en tierra de nadie, sin crear ni para él ni para los demás.

Ayer Ponsarnau redujo su rotación. Aunque le dio la alternativa a Aleix Font como relevo exterior al inicio del partido, el preparador del Casademont acabó jugando con nueve jugadores, algo mucho más cercano a la realidad del equipo aragonés. El quinteto inicial (San Miguel, Mobley, Okoye, Radoncic y Hlinason) más un solvente Waczynski y un voluntarioso Thompson fueron todo lo que tuvo el equipo. Sipahi sumó un punto y Vanwijn ninguno en otra actuación decepcionante de ambos.

El caso es que el Casademont estuvo en el partido de principio a fin, en un duelo de máxima igualdad en el que la máxima diferencia local fueron 8 puntos y, la visitante, 4. Ninguno pudo marcharse por más ni romper un encuentro de anotación muy baja hasta el último cuarto porque ambos parecían reñidos con el triple. Lo estuvo el Casademont con solo seis anotados en 19 intentos, pero es que el Joventut le ganó prácticamente sin tirar de tres: 2/16 firmaron los verdinegros. Eso sí, 26 de los 84 puntos locales llegaron desde el tiro libre, mientras los aragoneses solo lanzaron 16 y sin mucho acierto (10/16).

El duelo llegó al descanso con empate a 35 y no cambió en lo sustancial en la segunda. Tomic dio un paso al frente y puso en apuros a los interiores aragoneses. Hlinason fue reduciendo su presencia y ganándola Thompson, aún lejos de su mejor forma. Ponsarnau apostaba por un quinteto pequeño sin que mejorara la producción exterior, más allá de las acciones de calidad de Waczysnki. El Casademont, además, solventó bien el momento de crisis en el tercer cuarto. El Joventut logró su mayor ventaja (49-41) pero los aragoneses respondieron poniendo el 49-48 en el marcador.

Hubo un momento clave en el último cuarto. El Casademont mantenía la igualdad y, con 55-55, los colegiados señalaron técnica a Carles Durán por protestar. Lejos de aprovechar ese momento, el equipo aragonés perdió dos balones seguidos de saque de fondo y ahí se desvaneció su oportunidad de tomar las riendas del partido para el tramo final. Lo hizo el Joventut con un Willis desatado en su duelo con Radoncic. El montenegrino, no obstante, volvió a ser de lo mejor del Casademont.

La diferencia no era muy grande pero, pese a los intentos finales, las faltas y las acciones rápidas, el equipo aragonés ya no pudo darle la vuelta. Fue una derrota diferente, quizá menos dolorosa por la imagen, pero derrota al fin y al cabo. Las cuentas para la Copa pasan a estar a punto de quedarse en un cajón. 

Así hemos narrado el partido en directo: