El Casademont Zaragoza espera a que se abran las ventanas FIBA la próxima semana para que entre aire nuevo al equipo. El club lleva un par de meses buscando y rebuscando en el mercado un base que mejore a Kenan Sipahi, llegado para suplir a Cook, y confía en encontrar su oportunidad en ese momento en el que los clubs aprovechan el parón de las selecciones para hacer cambios en sus plantillas. El infructuoso rastreo de un nuevo director de juego ha llevado al club a intentar ampliar las opciones sin límite de pasaporte, lo que implica la salida de uno de los dos extracomunitarios del equipo, Jamel McLean. El pívot, que no ha terminado de dar el rendimiento esperado, está lesionado y el Casademont ha contratado a Deon Thompson hasta el final de la temporada.

No será la única salida en el equipo aragonés, que debe afrontar próximamente el vencimiento de dos contratos temporales. La llegada de un nuevo base supondrá un overbooking en el puesto con el recién llegado, San Miguel, Sipahi y Javi García a la espera de la recuperación de Omar Cook. El último en llegar, Sipahi, sería el primero en salir. De hecho, el Casademont está buscando un nuevo uno porque no está nada contento con el rendimiento del turco. No será la única decisión de corte o continuidad que tenga que tomar la entidad en próximas fechas.

Adam Waczynski firmó el 9 de septiembre por tres meses con una opción hasta final de temporada. Pocas dudas hay del rendimiento del jugador polaco, el mejor del equipo desde su llegada, por lo que no se entendería su salida del equipo. Menos teniendo en cuenta que la recuperación de Yusta, cuya lesión motivó su fichaje, va algo más lento de lo previsto. El alero cayó a principios de septiembre y la previsión eran ocho semanas de baja, encontrándose en la undécima. Ahora el club espera que a finales de este mes o principios de diciembre pueda empezar a entrenarse.

Un mes después, a mitad de enero, finalizará la vinculación de Kenan Sipahi, que también tiene una opción para ampliar ese contrato hasta final de curso. En el caso del turco está claro que la entidad no está nada satisfecha con su rendimiento. De hecho, por eso está buscando otro base desde hace semanas y considera que con un director de juego más solvente hubiera obtenido mejores resultados tanto en la Liga Endesa como en la FIBA Europe Cup, donde ha salido por la puerta de atrás antes de tiempo.

Otro escenario

La llegada de un base implicaría la salida del turco y quedará por ver qué ocurre cuando se recupere Omar Cook. El veterano jugador se lesionó a mitad de septiembre y su periodo de baja estimado era de doce semanas. Esta es la décima desde que comenzó su recuperación y el club espera que antes de que termine el año pueda empezar a entrar en el grupo. Su recuperación, cuando se produzca, planteará un nuevo escenario en el equipo en el que la figura de Javi García quedaría aún más debilitada como base. El zaragozano no convence a Jaume Ponsarnau, que habitualmente lo deja fuera de las rotaciones o lo introduce como escolta cuando le da la alternativa.

Todo ha de resolverse la próxima semana, cuando las competiciones europeas paran para los partidos internacionales y los clubs aprovechan para hacer ajustes en su plantilla. Algunos ya han comenzado cambiando de entrenador (ayer Baskonia y Burgos en la ACB), por lo que se esperan también cambios de piezas en los equipos. También en el Casademont, a la espera de que esos movimientos en otros clubs aumenten las opciones de dar con un base solvente en el mercado, en el que hasta ahora no ha encontrado nada más allá de Sipahi. El club confía en que la apertura de las ventanas traiga un aire nuevo, y mejorado, al equipo.