Tampoco pudo esta vez el Casademont Zaragoza con el Obradoiro en Santiago en un partido que empezó muy mal, se enderezó y terminó mal otra vez (87-82) y con los mismos problemas de siempre en el equipo aragonés. Al conjunto de Jaume Ponsarnau le cuesta mucho, demasiado, generar juego y su estilo sigue sin estar definido. Llega al parón por la primera ventana FIBA con un balance de 4-7 en la clasificación y, más allá de los objetivos deportivos, con la necesidad de solucionar los problemas estructurales en el equipo, que siguen estando en el base y en el cinco.

En realidad, tiene más problemas el Casademont. Una cosa son los recursos de que se dispone y, otra, la manera de utilizarlos y el rendimiento que se saca de ellos. Con poco se puede hacer mucho. O menos aún. El equipo de Jaume Ponsarnau necesita, al menos, un par de piezas clave, pero el técnico sigue sin encontrar su equipo, los roles continúan poco definidos, las rotaciones poco claras. En Santiago de Compostela Sipahi fue el base de referencia y así es mucho más difícil jugar y ganar un partido. Entre los tres directores de juego sumaron -5 de valoración, todos en negativo.

Mobley despertó con 22 puntos y 27 de valoración, en su mejor partido por consistencia y continuidad en el juego. También se vio a otro Vanwijn, el revulsivo clave para la remontada del equipo en el segundo cuarto, aunque su actuación fue más puntual. También es verdad que después de brillar no volvió a salir en un buen rato. Pero el juego del Casademont sigue desequilibrado y sin claridad de ideas.

Algo mejor fue el del Obradoiro, que buscó el triple pero supo también utilizar a Birutis por dentro para atraer la atención rival desde el principio. Le funcionó al equipo local, capaz de anotar 32 puntos en los primeros diez minutos y de alcanzar los 15 de diferencia al comienzo del segundo cuarto sin que el Casademont pudiera frenarles en defensa. Las rotaciones bajaron mucho el ritmo anotador del Obradoiro, que en los primeros cinco minutos del segundo cuarto solo fue capaz de anotar dos puntos. Con un Vanwijn inspirado y con Radoncic de alero por las dos faltas de Okoye, el Casademont hizo un 0-14 de parcial y llegó al descanso por delante en el marcador (41-42).

La segunda parte mantuvo la misma tónica. El Obradoiro, de nuevo con sus titulares, recuperó el acierto de tres y, con él, el mando en el partido. El Casademont vivía a base de Mobley y de acciones puntuales, pero sufriendo tanto para generar juego como para defender el tiro exterior rival. Tampoco supo aprovechar ni los errores locales ni, por ejemplo, la tercera falta de Birutis. El marcador se mantenía parejo, sin grandes diferencias, pero no daba la impresión de que el Casademont pudiera lograr de nuevo un parcial amplio.

Así fue hasta el final, con un Obradoiro más acertado y un Casdemont al que le costaba mucho encontrar los puntos si no se le caían de las manos a Mobley o salían del oficio de Thompson. A eso quedó reducido su ataque, así que a los aragoneses les tocó de nuevo remar contracorriente para quedarse en la orilla. El Casademont tenía opciones por tiempo y resultado (82-78 a 28 segundos) pero una antideportiva de Sipahi puso el punto y final a la espera de conocer el marcador definitivo. Segunda derrota consecutiva fuera que deja al Casademont en la pelea por la zona baja y con la necesidad de recomponerse. 

FICHA TÉCNICA:

Monbus Obradoiro: Zurbriggen (3), Robertson (16), Scrubb (18), Ellenson (17) y Birutis (17) -equipo titular-, Viny Okouo, Hobbs (11), Muñoz, Filipovity (5).

Casademont Zaragoza: Mobley (22), Radoncic (8), Okoye (10), San Miguel (2) y Hlinason (6) -equipo titular-, Thompson (11), Vanwijn (12), Waczynski (7), Font, Sipahi (4) y Javi García.

Parciales: 32-19, 9-23, 27-19, 19-21.

Árbitros: Óscar Perea, Alfonso Olivares y Fabio Fernández.

Incidencias: Encuentro disputado en el Multiusos Fontes do Sar ante unos 3.000 espectadores, 150 del Casademont. 

Así hemos narrado el partido en directo: