Si las sensaciones para el Casademont no son desde luego las mejores en este tramo de la temporada, el calendario que se le presenta al conjunto aragonés no invita al optimismo. Dos partidos le quedan al equipo zaragozano antes de cerrar el año. Este sábado visita al Andorra, equipo que cuenta solo con una victoria más que los zaragozanos pero que se hace especialmente fuerte en su feudo, donde ha logrado todas sus victorias ligueras a excepción de una. Tras el parón navideño, los aragoneses recibirán al Baskonia en el Príncipe Felipe. A pesar de no estar siendo su mejor curso y haber cambiado de entrenador, el conjunto vasco va de menos a más en la temporada y no pondrá las cosas fáciles al Casademont.

El calendario no debería ser una preocupación ya que por todos es sabido que hay que enfrentarse a todos a lo largo de la temporada. No obstante, la necesidad de victorias aprieta y visto el rendimiento el rendimiento del Casademont, las perspectivas no son precisamente halagüeñas. El equipo dirigido por Jaume Ponsarnau no ha podido sumar ninguna victoria de prestigio contra rivales de la parte noble de tabla. Es más, en muchos de esos encuentros no ha dado la sensación de poder competir de tú a tú con su oponente. Sus victorias han sido frente al Bilbao, Breogán, Betis y Manresa, el conjunto actualmente mejor clasificado aunque esa victoria fue en la primera jornada con los equipos todavía sin hacer. 

La competición no dará tregua en el inicio del nuevo año ya que los dos últimos choques de la primera vuelta de la Liga Endesa serán frente al Unicaja y el Murcia, rivales nuevamente de la parte alta de la clasificación. La delicada situación en la tabla, tan solo con una victoria de ventaja respecto a los puestos de descenso, no ofrece mucho margen de error, y el Casademont deberá sacar adelante algún partido, sino varios, para no meterse en un lío que ponga en entredicho la salvación del equipo. Para ello deberá mejorar su rendimiento y dar un paso adelante que le permita plantar cara a los mejores.